Bueno aquí va, yo y mi madre somo de una religión llamada Adventistas del séptimo día, y viajamos por todo México profesando en otras iglesias, prácticamente somos misioneros (realmente yo no soy adepto, pero viajo en avión gratis, llego a hoteles y conozco chicas de mi edad en las iglesias si sabes a lo que me refiero jej) Esta vez nos toco llevar misión a Oaxaca a una cuidad y a un pueblo, la ciudad Miahuatlán (que ahí no hay nada que decir) y San Cristóbal Amatlán, un pueblo de tal vez unos mil habitantes bastante pequeño, solo tiene una calle pavimentada, con eso lo digo todo, nada de electricidad ni mucho menos internet. Nos quedamos a dormir en una habitación que tiene la iglesia del pueblo, yo salí un rato en la noche a fumar (mi madre no sabe eso pero estaba dormida) eran aproximadamente las 11 de la noche, no es muy tarde para nosotros los de ciudad, pero en un pueblo así, la mayoría de la gente ya esta en casa, ya que salir al pueblo es literal caminar en la oscuridad total, yo estaba parado en un árbol y a lo lejos al pie de un cerro pequeño vi algo que se movía, al instante pensé que podría ser algún perro, pero cuando lo mi moverse me invadió una sensación de pánico, la silueta se tambaleaba y venia hacia mi, yo me quede helado, y cuando se acerco a mi vi que era una mujer anciana, me dijo algo en zapoteco (idioma local de esa región) obviamente no entendí nada, se abalanzó contra mi y fácilmente la arroje y salí corriendo de regreso a la iglesia, me quede ahí unos minutos observando por los ventanales, no vi nada mas, así que decidí volver a la habitación pero... mierda estaba cerrada y como buena puerta de pueblo solo se abre desde adentro, no iba a despertar a mi mama, apestaba a cigarro, y aparte ella me advirtió que si volvía a salir sin su consentimiento cunado vayamos de misión, no me volvería a llevar, yo tenia las llaves de un auto que nos prestaron para movernos por el pueblo un Tsuru, pero tenia miedo de salir, no que quería quedar en la iglesia porque la puerta no tenia llave ni forma de cerrar con algún seguro ni atrancar, la puerta se abría hacia afuera, el auto esta a unos 200 metros tenia que bajar por unas rocas caminar un poco mas en bajada y llegar al llano donde estaba el auto, en cuanto di el primero paso la vieja comenzó a gritar y a perseguirme, yo llegue al auto con mucho desesperación, obviamente yo soy mucho mas rápido que esa vieja, pero ella conocía ese pueblo perfectamente y yo solo veía a dos metros adelante de mi, después de unos minutos tortuosos entre al auto, puse los seguros mi me tire en el hueco para poner los pies, detrás del copiloto, 5 minutos después la vieja comenzó a golpear la ventanilla que esta arriba de mi con una piedra, estuvo así fácilmente unas 3 horas, y después comenzó a hablar un español terrible y me dijo "Tu te vas de mi pueblo ahorita aquí Dios no" la vieja por su poca fuerza no pudo romper la ventanilla, pero se fue del otro lado y puso sus manos alrededor de la ventana y acerco su rostro para observarme, solo podía ver su silueta y como el vapor de su nariz empañaba la ventanilla que estaba frente mío, rato después ello salí hasta que amaneció, no le conté nada a mi madre porque de todas formas solo nos íbamos a quedar esa noche, nos fuimos en el Tsuru a Miahuatlán y muchas personas del pueblo se juntaron para despedirnos desde afuera del coche y ahí entre la gente estaba la vieja, mirándome con el seño fruncido, regresamos y me lleve la experiencia mas aterradora de mi vida. Tenia 19 años en ese momento.