Richard Hopkins es un chico de 22 años oriundo de Los ángeles, California. En el año 2008 se vio entrelazado en un importante suceso que sacudió a la ciudad de california.
Richard era casi huérfano ya que su padre murió en combate durante la guerra del golfo en 1991. Su madre luego de eso no volvió a ser la misma y desde entonces llevo su vida a un completo aislamiento, tanto que; sus familiares un día decidieron llevarla a un centro de rehabilitación donde con pocas esperanzas aun se espera su recuperación. Richard vivía con su abuela ”Ema” la cual tomo la custodia de el a la edad de 12 años. Fue un verano en 1998, unos de los sucesos que marco la vida de Richard por siempre. El pequeño Richard de 12 años se encontraba en su alcoba decorada de naves espaciales, tenia un enorme televisor donde pasaba la mayoría de su tiempo jugando videojuegos ya que su madre, con su depresión a flor de piel, le prohibía rotundamente salir de la casa por miedo a que algo le pasase al joven chico. La madre de su padre llego aquel día con una orden de custodia y un par de policías listo para llevarse a su madre al centro de rehabilitación. En ese mismo momento la madre de Richard corrió a su alcoba y lo abrazo tan fuerte como un oso abraza a un cazador que intenta dispararle pero falla rotundamente lo que le sigue a un abrazo mortífero. Su madre con sus lagrimas brotando a borbotones de sus ojos, pero con cierta firmeza en sus ojos, de alguna forma ella quería mantenerse firme ante su primogénito, ella lo tomo de la mano y lo llevo a su alcoba, le pidió que se sentara en la cama. Mientras tanto se escuchaban los desesperados golpes a la puerta de su casa, ya la policía se impacientaba y gritaban con desespero- Señora Hopkins por favor, déjenos entrar o si no tendremos que tirar la puerta, ya tenemos una orden y tenemos el derecho de entrar. Ella saco una empolvada caja de metal, donde borrosamente se veía inscrito M.L Hopkins, de Michael Ludwig Hopkins, el nombre de su difunto padre. Ella quito el polvo con la palma de su mano, lo abrió de rapidez para asegurarse que aun estaba el contenido que su amado esposo dejo, miro con una tierna sonrisa a Richard y dijo- Hijo mio, tu madre te ama, y Dios sabe que tu padre también, tal vez el destino nos separara por ahora pero recuerda que siempre estaré contigo en espíritu, en esta caja esta la vieja cámara de tu padre, antes de irse como recluta al ejercito el solía tomar fotografías, en esta cámara están guardadas los recuerdo mas bellos de nuestras vidas, hay algunos rollos sin revelar, pensé en revelarlos algún día pero… bueno ya vez que es malo postergar las cosas cierto?- rió con tranquilidad, como si estuviese feliz. Al fondo de la casa se escucha un fuerte ruido, la policía había abierto bruscamente la puerta lo que hiso que tanto Richard y su madre se asustaran, ella tomo sus manos y con mucho desespero- Hijo consérvalo por favor, es mi regalo para ti, recuerda que te amo. Después de ese momento la madre de Richard lo beso, abrió con cuidado la puerta de su cuarto y se entrego a la policía, su suegra le dice con mucha intranquilidad- esto lo hacemos por tu bien naomi, tu hijo esta en buenas manos.
- lo se Ema, por algo es que tuviste a un excelente hijo como Michael.
- tu hijo te visitare cada semana, te lo juro por Dios.
- por ahora no quiero que lo haga, esta situación es un poco complicada para su edad, yo te avisare cuando puedas traerlo.
La abuela Ema se despidió y luego se asomo al cuarto donde yacía el pequeño Richard con la caja de metal y las borrosas letras inscritas.
Una escena como esa dejaría a cualquier chico devastado en ese momento, pero sin embargo ni una lágrima cayó de los ojos de Richard, se mantuvo atónito pero de algún modo el ya sabia que ese día vendría, estaba preparado. Ciertamente, estos hechos afectaron de alguna forma a Richard, pero no tanto como para crearle traumas, desde el día de hoy sigue siendo un hombre normal, algo tímido pero muy cómico si se le conoce bien.
Richard se volvió todo un entusiasta a lo que arte fotográfica se trata, tenia su propio blog de fotografía en Internet con una moderada fama. Vivir con su abuela lo volvió maduro e independiente ya que una anciana como ella le es difícil cuidarlo las 24 horas del día. Richard no estudiaba en ninguna universidad y aun se encontraba desempleado, salvo de vez en cuando tenia la suerte de ser contratado para tomar fotos en eventos sociales de la ciudad de Los ángeles. Su situación no era difícil ya que su abuela tenia una aceptable paga por jubilación con lo que ella mantenía a Richard, pero Richard quería dinero ya que estaba ahorrando para irse del país y buscar suerte en Francia el cual es el país de sus sueños de fotógrafo.
La rutina diaria de Richard consistía en levantarse casi a las 12 p.m., irse a la ducha, almorzar comida de microondas, mientras almuerza mirar la vieja tv de antena que su abuela mantenía encendida las 24 horas del día excepto los domingos por la mañana hasta el medio, que era cuando ella iba a la iglesia central de Los ángeles. Luego de almorzar Richard se conectaba a Internet a revisar las redes sociales y a veces las noticias, a las 2 p.m. tomaba su cámara y tabla de surf, ya que viviendo en la paradisíaca y cosmopolita ciudad de los ángeles era inevitable que se apasionara por el surfing.
Una noche como cualquiera, era abril y hacia mucho calor en la ciudad, Richard venia de salir con su novia Tabitha, otra entusiasta del arte y fotografía, como era de esperarse Richard se conecta a su pc y a partir de ahí comenzaban su ritual noctambulo que consistía en navegar por la red hasta las 3 o 4 a.m. Pero esa noche fue distinta a las demás. Por lo general en la noche solo Richard quedaba despierto ya que su abuela Ema se dormía en el sillón reclinable después de la cena mientras veía la tv, ella roncaba toda la noche mientras el sonido de la televisión encendía hacia contraste a sus molestos ruidos. Richard nunca apagaba la tv ya que cuando lo hacia ella despertaba inmediatamente y lo regañaba con la excusa de que estaba viéndola. Esa noche él no era el único que estaba despierto, mientras el terminaba de editar unas fotos que le encomendó la hija de unos de los dueños de la revista que lo contrataban, el señor Gómez, para que le hiciera cambios por ”photoshop”, y embelleciera un poco a la sifrina millonaria. Richard pensaba cuando la veía que: si alguna vez llegase a heredar todo el dinero que el señor Gómez ha ganado en su vida, dudo con toda razón que alguna vez pueda verse medianamente bonito, era todo lo contrario a lo que los antiguos griegos consideraban como ”estético”
Mientras Richard se esforzaba en la tan difícil tarea de embellecer a un adefesio del averno llamado ”Sally” por photoshop, un curioso sonido o mas bien golpe lo perturbo ligeramente, el sonido provenía de su ventana, era como un pequeño tope, como si alguien lanzara piedras a su ventana. Se asomo con mucha ilusión, imaginándose que era su bellísima enamorada, Tabita que con sus bellos ojos color café y su melena negra como el café, pretendía escabullirse a la noche para entrar a su cuarto y dar riendas sueltas a las fantasías mas alocadas de Richard. Pero como era de esperarse no fue así, aunque lo que Richard vio en su ventana no lo desanimo tanto, lo el vio era algo que jamás había visto, una gigantesca polilla de un tamaño exagerado, o almenas para las polillas que había visto en su vida, el insecto nocturno parecía sacado de un documental de animal planet y extrañamente se le hacia conocido a Richard. Era amarilla, tenía unos ojos pequeños pero con un color rojo penetrante, brillaban de tal forma que ya rayaba en lo tenebroso, pero a Richard no le asustaba, de hecho le producía mucha curiosidad. La polilla se chocaba varias veces con el vidrio de la ventana haciendo un ruido chistoso, tal vez le atraía las luces de su cuarto, o tal vez el sonido del aire acondicionado. Richard pensó que seria divertido atraparle y meterla en un jarro para analizarla incluso mostrársela a sus amigos. Richard se puso sus sandalias y salió por la parte trasera de la casa, rodeo el jardín hasta llegar a lado de la ventana de su cuarto. Afuera hacia mucho calor, y aire caliente que expulsaba el aire acondicionado solo empeoraba el ambiente, pero aun así Richard seguía emocionado, se sentía como en una de esas animaciones japonesas donde chicos de 11 años se dedican a atrapar criaturas de aspecto caricaturesco y amigable para luego aprisionarlos en bolas que desafiaban las leyes de la física. Pero para su mala suerte aquel fascinante espécimen se había ido de su ventana lo cual ocasiono una pérdida de tiempo para Richard, en actitud de conformismo regreso a su alcoba y terminar con sus deberes.
Media hora mas tarde Richard aun seguía pensando en aquella polilla y el porque le resultaba tan familiar. En ese momento un recuerdo golpeo su cabeza de forma fugaz, como si caminase por la calle y de repente una manada de gatos saliesen de un callejón como si nada y corrieran enfrente de él. El recuerdo al principio era borroso pero luego de unos segundos de visualización Richard recordó ese momento tan estremecedor que quedo tatuado en sus recuerdos, aquel día cuando su madre le entrego la cámara fotográfica de su difunto padre. Era una vieja polaroid de foto instantánea, toda una novedad en su época, hoy día cualquier ”hipster” pagaría una fortuna solo por tomar unas cuantas fotos al café de ”Starbucks” que se toma en la mañana. Al día siguiente de ese evento tan desagradable en su vida se dedico a abrir y escudriñar las fotos que se encontraban en aquella caja metálica. Muchas de las fotos eran del cuando bebe, otras de su padre de joven festejando con sus amigos, y el resto eran de fotos bastante peculiares, al parecer el señor Hopkins tenia cierta inclinación a tomar fotos a cosas simples. Los calados de un piso, cucharas alineadas en la mesa, algunos cuantos perros callejeros. Toda una colección- dijo el joven Richard cuando la abrió por primera vez. Pero aun quedaba algo mas por descubrir, eras los rollos que estaban si revelar, al parecer tomados con otra cámara. En aquel entonces Richard no tenía ni la remota idea de que era el revelado, así que decidió llevarlo a un sitio de revelado, que en aquel día le habían cobrado 40 dólares por el revelado de ambas; Richard era todo un ingenuo en aquellos días. En total se revelaron unas 60 fotos de las cuales 30 era lo mismo, una y otra vez una fotografía de una pequeña montañita de polvo apilada en un escritorio. Hasta el que atendía la tienda quedo sorprendido de esas 30 fotos, porque alguien tomaría tantas fotos a un solo y superfluo montículo de polvo, pensaron ambos. El resto de fotos, como era de esperarse, eran fotos de cosas comunes; sillas con sombras al lado; bolas de tela; vasos medio llenos. Todo tipo de locuras. A partir de ese recuerdo Richard logro recordar por qué aquella polilla se le hacia conocida, se levanto de la silla donde trabajaba, la agarro por detrás y rodó hasta al lado de su cama para pararse en ella y así alcanzar el cielo raso, estaba hecho de laminas de madera pero había una que estaba medio colocada y que solo bastaba con darle un pequeño empujón para quitarla. Ese era el pequeño escondite donde Richard solía guardar su dinero, fotografías de su novia en poses sumamente erótica, algo de hierba que de vez en cuando fumaba en la azotea de su casa y la vieja caja con las fotografías. Richard tomo con cuidado la caja, la bajo, puso de nuevo la lamina en su lugar y se bajo de la silla. Cuando abrió la caja saco todas las fotos y busco con mucha emoción una fotografía en especial, era una que resaltaba de entre las demás que tomaba su papa, era un foto muy vieja se notaba, la calidad era pobre y estaba ya deteriorada por el tiempo, era una foto de una polilla pegada en una ventana. Richard aun recordaba el día que vio por primera vez aquella foto, aun le causaba el mismo sentimiento, la misma sensación de piel de gallina. Lo sorprendente es que la familiaridad de la foto con la polilla que Richard había visto hace media hora era porque la polilla de la foto era casi idéntica a la que el había visto. Sin duda ese momento fue bastante sorprendente para el, casos como estos no ocurren muy a menudo en este planeta. La polilla en cuestión era esta:
Richard pensó que seria divertido publicarla en su blog de internet, así que lo hizo, y al cabo de unas horas se fue a dormir.
Richard tenía 15 años cuando comenzó a apasionarse por la fotografía, sus gustos iban desde paisajes hasta siluetas de viejos en la banca de un parque alimentando con pan a las palomas. Su novia era una estudiante de literatura y poesía en la universidad local de Los ángeles, en su caso la fotografía era un hobbies al cual le ponía bastante cariño pero no lo suficiente como para dedicarse profesionalmente como pensaba Richard de su carrera de fotógrafo. Se conocieron en una tienda de discos, ambos estaban en la sección de ”Clásicos de ayer y hoy”, donde se podía encontrar una gran colección de blues y jazz, también un poco de rock n roll. Un poco de coqueteo bastaron para que Richard se atreviese a invitarla a salir, aquel día era una mañana bastante agradable donde corría una ligera brisa fría, un clima lo bastante propicio para un café matutino. Si había algo que llamaba la atención de cualquiera, esa era la tierna sonrisa de Richard, un aire tímido pero a la vez de chico agradable, alguien a quien puedes confiar, pensaría cualquiera. Sin duda eso fue lo primero que Tabitha noto de él, por lo tanto acepto su invitación de café…
Pues como se imaginaran el resto, siguieron viéndose y al cabo de unas semanas decidieron ser pareja. El 27 de julio cumplirían su primer aniversario de estar juntos. Ya terminando junio, y aun Richard se preocupaba por que le compraría a su enamorada Tabitha.
Como era de esperarse tras una noche de arduo trabajo y trasnoche, Richard se levanto a las 2 p.m., cumplió con su rutina de almuerzo de microondas y refresco de cola, tomo una ducha bien fría y cuando salió se sentó en toalla y aun húmedo en el escritorio donde se encontraba su computadora. Entro al navegador de Internet y reviso el escritorio de su blog. Para la sorpresa de Richard su publicación de la ”tétrica polilla” había tenido una gran cantidad de comentarios, eran casi 200, y el 80% de ellos eran de personas expresando su sentido de terror hacia la imagen, incluso habían comentarios como: ” Esa polilla de seguro quiere asesinarte” o; ” OMG, que cosa mas tenebrosa. Todo esto le había causado mucha gracia a Richard, mientras seguía leyendo los comentarios se percato que ya había pasado media de estar sentado en el escritorio, Richard se sobresalto y se apuró a cambiarse, ya que hoy seria un día distinto a los demás, hoy tendría otra entrevista de trabajo y luego se vería con su novia.
- Porque cree usted que este trabajo es para usted señor…
- Hopkins, señor… mi apellido es Hopkins.
Con estas palabras se dio inicio a lo que seria la entrevista de Richard. Era una de las revistas de interés juvenil mas vendidas en Estados unidos, Richard ya había intentado mandar currículums anteriormente sin éxito, hasta ahora.
- Ok, disculpe mi falta de atención señor Hopkins
- No se preocupe, como abra visto en mi curriculum se dará cuenta que tengo bastante experiencia con la fotografía, de hecho también soy dueño de un sitio web en donde coloco mi material, tengo aproximadamente 300 visitas al día y tengo bastante seguidores en diferentes redes sociales.
- Claro eso veo, y es bastante impresionante, pero también noto que no tienes ningún titulo en fotografía y tampoco has trabajado con ninguna revista.
Richard miro hacia arriba del cuarto con cierta duda, y luego dijo- Cuando estaba en 4 año de secundaria fui fotógrafo del periódico de mi escuela, y bueno creo que eso cuenta como experiencia laboral, no?
La persona que entrevistaba a Richard se coloco sus lentes, tomo su hoja de vida con ambas manos y las reviso con un gesto de inconformidad en sus labios. Richard por dentro se culpaba y también insultaba al entrevistador.
- En esta empresa no solemos dejar trabajar a personas sin experiencia, pero sin duda conoces el medio.
Richard abrió los ojos con mucha ilusión, puso sus manos detrás de su espalda y cruzo sus dedos.- Creo que te llamaremos, dijo el entrevistador sin siquiera mirarlo a los ojos, el solo miraba su tabla digital donde tenia guardado sus anotaciones.
Richard salía del edificio donde se hizo la entrevista mientras se aflojaba la corbata con enfado y refunfuñaba en voz baja- Revistas de los cojones, como mierdas pretenden que tenga experiencia laboral si no me dejan trabajar, el coño de su madre! El celular suena de repente y Richard se calma un poco. - Hola amor, que tal tu entrevista? suaves palabras que fluían como miel en los oídos de Richard, sin duda era Tabitha.
- Como el culo mi amor, como el culo…
- tan mal ha sido?
- hablamos después de eso mejor, mas bien vamos a vernos ya. Donde estas?
- Voy en el taxi rumbo a la cafetería, llegaras tarde?
- no, estaré ahí en un ”tris”
Y así fue. Tabitha nunca en su casi 12 meses de relación con Richard tuvo problemas con la impuntualidad, Richard era bastante cuidadoso con eso. Una vez ya en la mesa, Tabitha tomándose un café helado y Richard bebiéndose un expreso bien cargado, preparándose para la velada que le tocara en la medio noche para terminar de editar las fotos que la faltan. Richard le comentaba su día su novia.
- De verdad Tabí no sé que hare, últimamente esta difícil para un fotógrafo conseguir trabajo.
Claro que para Tabitha el conseguir trabajo no era un problema ya que su familia era muy adinerada, de hecho su padre, Remy Ferdinand es dueño de la mayoría de refinerías de petróleo del país, por lo tanto para Tabitha no le resultaba un problema monetario estudiar lo que quisiese.
Suavemente tabí se apoyó sobre la mesa y se acercó a la mejilla de Richard y le dio un beso. Todo va estar bien cariño, créeme.
Richard no pudo evitar sonrojarse, miro su café por unos segundos perdido en los pequeños remolinos del negro líquido contenido en la taza, cuando de repente una idea lo ataco.
Alguna vez has tenido un ”deja vu”?- Dijo Richard con cierta curiosidad.
- Pues que raro que lo preguntes. Tabí se tomo unos momentos para pensar su respuesta, ahora que lo mencionas… nunca me había puesto a pensar en eso, seguramente los he tenido pero me cuesta recordar cuando. Mas bien, quien rayos lleva la cuenta de los ”deja vu”?
Ambos rieron con discreción.
Te ocurrió algún deja vu últimamente cariñó?
Richard frunció sus labios hacia un lado y dijo- No exactamente un deja vu, o bueno no se como decirlo. Lo que ocurre es que la noche pasada un hermosa polilla se poso sobre mi ventana, era inmensa me entiendes! Y lo tétrico de este asunto es que cuando vi esa polilla enseguida recordé que tenia una foto que tomo mi padre cuando solía ser un civil, en la foto aparecía una polilla idéntica, o al menos muy parecida a la que estaba en mi ventana, podría ser coincidencia pero… una polilla tan grande como esa no son muy comunes y menos por estas zonas, es demasiada coincidencia como para que yo y mi padre hubiésemos visto polillas tan grandes.
- Creo que te estas metiendo en una película cariño, aunque debo confesarte que la historia es bastante extraña
Tabitha mostro mucho interés sobre este suceso, ella siempre le llamaba la atención los casos inexplicables y paranormales, una cualidad que Richard no compartía mucho, él era mucha más incrédulo en la vida.
- Tal vez tengas razón, exclamo Richard, creo que debería dejar de acostarme tarde. Sonrió con dulzura a tabí
- Ahora que me mencionas esta historia recuerdo que una vez leí acerca de un caso en nuevo México, al parecer unos jóvenes iban en un carro cuando de repente vieron a un hombre, pero este era demasiado alto, mas allá de lo que se suele ver. Los jóvenes decidieron ver ya que pensaban que era algún cómico disfraz y cuando se acercaron vieron que este no era un hombre si no…. un gigantesco hombre polilla que lanzaba rayos láser por los ojos!
Exclamo Tabí con tono burlón, parecido a como los niños simulan que son monstruos o supe villanos que destruyen el planeta.
Richard se rio por tanta ternura.
- Claro Tabí, hombres polilla lo que tu digas
- es en serio, no te estoy mintiendo.
Y de hecho no mentía, hace varios años atrás unos jóvenes reportaron en la policía que decían ver a ”un extraño ser con brazo largos y especies de alas a su alrededor, antenas y una piel seca y brillante que resaltaba en la noche. Este hecho pasó por desapercibido por la policía hasta que en aquel sector donde se reporto la aparición del supuesto ”ser” se vio afectada por una gran epidemia de ”gripe A”, que les costó la vida a varios vacunos animales domésticos que se encontraban en aquella zona rural.
Pasado ya el día Richard se encontraba una vez mas en su sucio y típicamente juvenil dormitorio, estaba clavado en su computadora editando y decorando fotos como de costumbre, pero mientras lo hacia se tomo un tiempo para leer un poco sobre el supuesto ”ser” que su novia con tanta burla le describía. Como era de esperarse se topo con miles y miles de artículos que sobre casos paranormales, inevitablemente tuvo que visitar esos sitios de temática paranormal que tanta aversión le tenia Richard. Se encontró con el caso que su novia le había dicho, también encontró algunas fotos y foros de discusión acerca del supuesto ”hombre polilla” o mothman como se le conoce en Estados unidos. Mientras el indagaba poco a poco en un gigantesco mar de información hubo algo que capto su atención mas cualquier otra cosa. Era un foro de discusión en donde usuarios anónimos subían imágenes y a la vez compartían experiencias del ”tercer tipo”.
Al parecer el tema del supuesto hombre polilla era algo bastante peculiar considerando la opinión de los usuarios. Se podía encontrar una pequeña historia publicada en foro acerca de este mítico ser. Su aparición por lo general va acompañada de desastres y tragedias, se cree que el dato mas antiguo de este ser se encuentra en un antiguo papiro de la mitología griega.
Mas abajo del este foro se encontraba la opinión de personas que aseguran haber visto a este extraño hombre mutante de 3 metros de altura, pero hubo un comentario que le causo cierto escalofrió a Richard. Era de un usuario anónimo y en el foro aparecía con una foto de perfil de una polilla grande, amarilla y de unos enormes ojos de un rojo penetrante. Este usuario simplemente dejo un corto mensaje, tan solo unas cuantas palabras dejaron completamente aterrado a Richard… decía:
”A LA POLILLA NO LE GUSTA QUE LA MIREN”.
Bueno… creo que ya fue suficiente Internet para mi.- dijo Richard
Apago su computadora y decidió irse a dormir, tal vez para ”bajar de tono” tanto tema paranormal en la noche.
Justo mientras estaba cepillando sus dientes Richard noto un leve cambio en la luz de su baño, una gran sombra sobre to ese cuarto. Era la peculiar pero familiar polilla que Richard había intentando capturar días antes, estaba justamente en su baño posando sus débiles patas en el bombillo encima de la ducha. Richard sonrió y recordó pero ahora con gracia el mensaje en aquel foro.
La polilla no le gusta que la mire…. se sintió tan tonto por haberse asustado con tal niñería.
A las 03:00 A.M Richard se encontraba ya durmiendo apaciguadamente, pero de repente una gran molestia lo acogió, una extraña incomodidad hizo que lo despertara de sueños, era como si en su cama algo caminara. Cuando quita la sabana sobre su cuerpo se da cuenta que toda su cama estaba repleta de polvo, incluso su cabello y ropa lo estaba.
Se levanto y con la misma sabana sacudió su cama dejando el suelo repleto de polvo. Se puso sus sandalias para dirigirse a la cocina a por una escoba y pala para recoger ese desastre. Mientras salía de su alcoba un olor nauseabundo penetro su olfato, olor a comido semi digerida, cuando entro a la sala vio la tele encendida pero con las típicas franjas de colores anunciando que ya era el fin de la programación, la luz estaba apagada pero con el tenue resplandor de la tele logro ver a su abuela Ema desmayada en el suelo con su ropa completamente vomitadas y sus ojos perdidos. Richard corrió hacia ella asustado ya que el sabia que ella sufría de diabetes y seguramente olvido su insulina, corrió y se tiro a su lado y con sus manos intentaba hacerla reaccionar pero ella solo estaba ahí desmayada y emitiendo suaves sonidos de dolor. Richard no demoro para ir por el botiquín y buscar inyecciones de insulina. Cuando lo tomo lo sintió tan pesado que cayo fugazmente al suelo haciendo que esta caja se abriera y lo que cayó al suelo para sorpresa de Richard no eran medicamentos…. Era polvo, enormes cantidades de polvo. Richard se desespero aun mas y corrió hacia e teléfono, lo tomo con brusquedad y marco al 911, el numero de emergencias, pero el teléfono no daba tono tan solo se escuchaba una especie de chirrido vibrante y continuo parecido al que emiten los insectos en el bosque a la noche. Richard colgó el teléfono y corrió una vez mas hacia la sala para auxiliar a su abuela y llevarla el mismo al hospital pero cuando llega ahí la encuentra rodeado de una aglomeración de polillas sobre Ema, el corre hacia ella e intenta espantarlas pero las polillas se ahuyentan y vuelan todas sobre la cara de Richard dejándolo sin visión por unos instantes. Cuando la recupera el supuesto cuerpo moribundo de su abuela no estaba, tan solo quedaba su pijama llena de polvo y alas de polilla. Ya esto fue la cúspide de la incoherencia, pensó Richard, esto no puede ser real pensó por un instante. De repente un punzante escalofrió que recorrió su espalda como una escolopendra que sube por un árbol lo ataco, un escalofrió de esos que te hacen pensar que algo esta detrás de ti. El giro su cabeza despacio y el extremo de su ojo logra captar una silueta en el piso que hizo que Richard se sobresaltara girando bruscamente todo su cuerpo y haciéndole tropezar al piso. Lo que sus ojos vieron fueron demasiado aterrador como para mantener la mirada por mas de dos segundos, era un ser enorme de casi 3 metros y mas, unas extremidades que parecían brazos que llegaban hasta su rodillas y detrás de estos unas alas hechas de polvo. Su cuerpo era de gran extensión, un torso musculoso, mucho mas allá de lo humanamente posible y todo recubierto por unas extrañas plumas hechas de polvo. Richard no pudo ver mucho su rostro pero era algo oscuro y espelúznate, tan solo pudo ver unos diminutos ojos rojo escarlata que brillaban como láseres en la noche y que atravesaban lo mas profundo de tu alma. Su cuerpo se entumeció, sus piernas se recogieron y su rostro se oculto entre ellas. Pero para su eterna desgracia sus oídos podían captar los lentos pero imponentes pasos que daba este ser, cada vez mas cercanos a él, ya Richard resignado juraba que ese seria el fin de su triste y corta vida, en el momento en el que los pasos se detuvieron supo que esta criatura pondría mano sobre el, Richard grito tan fuerte que de repente se ahogo. Richard despertó de un salto y cayo de su cama con la sabana enredada a él, empapado de sudor y su ropa interior humedecida por su pis… Era tan solo un sueño.
Richard era casi huérfano ya que su padre murió en combate durante la guerra del golfo en 1991. Su madre luego de eso no volvió a ser la misma y desde entonces llevo su vida a un completo aislamiento, tanto que; sus familiares un día decidieron llevarla a un centro de rehabilitación donde con pocas esperanzas aun se espera su recuperación. Richard vivía con su abuela ”Ema” la cual tomo la custodia de el a la edad de 12 años. Fue un verano en 1998, unos de los sucesos que marco la vida de Richard por siempre. El pequeño Richard de 12 años se encontraba en su alcoba decorada de naves espaciales, tenia un enorme televisor donde pasaba la mayoría de su tiempo jugando videojuegos ya que su madre, con su depresión a flor de piel, le prohibía rotundamente salir de la casa por miedo a que algo le pasase al joven chico. La madre de su padre llego aquel día con una orden de custodia y un par de policías listo para llevarse a su madre al centro de rehabilitación. En ese mismo momento la madre de Richard corrió a su alcoba y lo abrazo tan fuerte como un oso abraza a un cazador que intenta dispararle pero falla rotundamente lo que le sigue a un abrazo mortífero. Su madre con sus lagrimas brotando a borbotones de sus ojos, pero con cierta firmeza en sus ojos, de alguna forma ella quería mantenerse firme ante su primogénito, ella lo tomo de la mano y lo llevo a su alcoba, le pidió que se sentara en la cama. Mientras tanto se escuchaban los desesperados golpes a la puerta de su casa, ya la policía se impacientaba y gritaban con desespero- Señora Hopkins por favor, déjenos entrar o si no tendremos que tirar la puerta, ya tenemos una orden y tenemos el derecho de entrar. Ella saco una empolvada caja de metal, donde borrosamente se veía inscrito M.L Hopkins, de Michael Ludwig Hopkins, el nombre de su difunto padre. Ella quito el polvo con la palma de su mano, lo abrió de rapidez para asegurarse que aun estaba el contenido que su amado esposo dejo, miro con una tierna sonrisa a Richard y dijo- Hijo mio, tu madre te ama, y Dios sabe que tu padre también, tal vez el destino nos separara por ahora pero recuerda que siempre estaré contigo en espíritu, en esta caja esta la vieja cámara de tu padre, antes de irse como recluta al ejercito el solía tomar fotografías, en esta cámara están guardadas los recuerdo mas bellos de nuestras vidas, hay algunos rollos sin revelar, pensé en revelarlos algún día pero… bueno ya vez que es malo postergar las cosas cierto?- rió con tranquilidad, como si estuviese feliz. Al fondo de la casa se escucha un fuerte ruido, la policía había abierto bruscamente la puerta lo que hiso que tanto Richard y su madre se asustaran, ella tomo sus manos y con mucho desespero- Hijo consérvalo por favor, es mi regalo para ti, recuerda que te amo. Después de ese momento la madre de Richard lo beso, abrió con cuidado la puerta de su cuarto y se entrego a la policía, su suegra le dice con mucha intranquilidad- esto lo hacemos por tu bien naomi, tu hijo esta en buenas manos.
- lo se Ema, por algo es que tuviste a un excelente hijo como Michael.
- tu hijo te visitare cada semana, te lo juro por Dios.
- por ahora no quiero que lo haga, esta situación es un poco complicada para su edad, yo te avisare cuando puedas traerlo.
La abuela Ema se despidió y luego se asomo al cuarto donde yacía el pequeño Richard con la caja de metal y las borrosas letras inscritas.
Una escena como esa dejaría a cualquier chico devastado en ese momento, pero sin embargo ni una lágrima cayó de los ojos de Richard, se mantuvo atónito pero de algún modo el ya sabia que ese día vendría, estaba preparado. Ciertamente, estos hechos afectaron de alguna forma a Richard, pero no tanto como para crearle traumas, desde el día de hoy sigue siendo un hombre normal, algo tímido pero muy cómico si se le conoce bien.
Richard se volvió todo un entusiasta a lo que arte fotográfica se trata, tenia su propio blog de fotografía en Internet con una moderada fama. Vivir con su abuela lo volvió maduro e independiente ya que una anciana como ella le es difícil cuidarlo las 24 horas del día. Richard no estudiaba en ninguna universidad y aun se encontraba desempleado, salvo de vez en cuando tenia la suerte de ser contratado para tomar fotos en eventos sociales de la ciudad de Los ángeles. Su situación no era difícil ya que su abuela tenia una aceptable paga por jubilación con lo que ella mantenía a Richard, pero Richard quería dinero ya que estaba ahorrando para irse del país y buscar suerte en Francia el cual es el país de sus sueños de fotógrafo.
La rutina diaria de Richard consistía en levantarse casi a las 12 p.m., irse a la ducha, almorzar comida de microondas, mientras almuerza mirar la vieja tv de antena que su abuela mantenía encendida las 24 horas del día excepto los domingos por la mañana hasta el medio, que era cuando ella iba a la iglesia central de Los ángeles. Luego de almorzar Richard se conectaba a Internet a revisar las redes sociales y a veces las noticias, a las 2 p.m. tomaba su cámara y tabla de surf, ya que viviendo en la paradisíaca y cosmopolita ciudad de los ángeles era inevitable que se apasionara por el surfing.
Una noche como cualquiera, era abril y hacia mucho calor en la ciudad, Richard venia de salir con su novia Tabitha, otra entusiasta del arte y fotografía, como era de esperarse Richard se conecta a su pc y a partir de ahí comenzaban su ritual noctambulo que consistía en navegar por la red hasta las 3 o 4 a.m. Pero esa noche fue distinta a las demás. Por lo general en la noche solo Richard quedaba despierto ya que su abuela Ema se dormía en el sillón reclinable después de la cena mientras veía la tv, ella roncaba toda la noche mientras el sonido de la televisión encendía hacia contraste a sus molestos ruidos. Richard nunca apagaba la tv ya que cuando lo hacia ella despertaba inmediatamente y lo regañaba con la excusa de que estaba viéndola. Esa noche él no era el único que estaba despierto, mientras el terminaba de editar unas fotos que le encomendó la hija de unos de los dueños de la revista que lo contrataban, el señor Gómez, para que le hiciera cambios por ”photoshop”, y embelleciera un poco a la sifrina millonaria. Richard pensaba cuando la veía que: si alguna vez llegase a heredar todo el dinero que el señor Gómez ha ganado en su vida, dudo con toda razón que alguna vez pueda verse medianamente bonito, era todo lo contrario a lo que los antiguos griegos consideraban como ”estético”
Mientras Richard se esforzaba en la tan difícil tarea de embellecer a un adefesio del averno llamado ”Sally” por photoshop, un curioso sonido o mas bien golpe lo perturbo ligeramente, el sonido provenía de su ventana, era como un pequeño tope, como si alguien lanzara piedras a su ventana. Se asomo con mucha ilusión, imaginándose que era su bellísima enamorada, Tabita que con sus bellos ojos color café y su melena negra como el café, pretendía escabullirse a la noche para entrar a su cuarto y dar riendas sueltas a las fantasías mas alocadas de Richard. Pero como era de esperarse no fue así, aunque lo que Richard vio en su ventana no lo desanimo tanto, lo el vio era algo que jamás había visto, una gigantesca polilla de un tamaño exagerado, o almenas para las polillas que había visto en su vida, el insecto nocturno parecía sacado de un documental de animal planet y extrañamente se le hacia conocido a Richard. Era amarilla, tenía unos ojos pequeños pero con un color rojo penetrante, brillaban de tal forma que ya rayaba en lo tenebroso, pero a Richard no le asustaba, de hecho le producía mucha curiosidad. La polilla se chocaba varias veces con el vidrio de la ventana haciendo un ruido chistoso, tal vez le atraía las luces de su cuarto, o tal vez el sonido del aire acondicionado. Richard pensó que seria divertido atraparle y meterla en un jarro para analizarla incluso mostrársela a sus amigos. Richard se puso sus sandalias y salió por la parte trasera de la casa, rodeo el jardín hasta llegar a lado de la ventana de su cuarto. Afuera hacia mucho calor, y aire caliente que expulsaba el aire acondicionado solo empeoraba el ambiente, pero aun así Richard seguía emocionado, se sentía como en una de esas animaciones japonesas donde chicos de 11 años se dedican a atrapar criaturas de aspecto caricaturesco y amigable para luego aprisionarlos en bolas que desafiaban las leyes de la física. Pero para su mala suerte aquel fascinante espécimen se había ido de su ventana lo cual ocasiono una pérdida de tiempo para Richard, en actitud de conformismo regreso a su alcoba y terminar con sus deberes.
Media hora mas tarde Richard aun seguía pensando en aquella polilla y el porque le resultaba tan familiar. En ese momento un recuerdo golpeo su cabeza de forma fugaz, como si caminase por la calle y de repente una manada de gatos saliesen de un callejón como si nada y corrieran enfrente de él. El recuerdo al principio era borroso pero luego de unos segundos de visualización Richard recordó ese momento tan estremecedor que quedo tatuado en sus recuerdos, aquel día cuando su madre le entrego la cámara fotográfica de su difunto padre. Era una vieja polaroid de foto instantánea, toda una novedad en su época, hoy día cualquier ”hipster” pagaría una fortuna solo por tomar unas cuantas fotos al café de ”Starbucks” que se toma en la mañana. Al día siguiente de ese evento tan desagradable en su vida se dedico a abrir y escudriñar las fotos que se encontraban en aquella caja metálica. Muchas de las fotos eran del cuando bebe, otras de su padre de joven festejando con sus amigos, y el resto eran de fotos bastante peculiares, al parecer el señor Hopkins tenia cierta inclinación a tomar fotos a cosas simples. Los calados de un piso, cucharas alineadas en la mesa, algunos cuantos perros callejeros. Toda una colección- dijo el joven Richard cuando la abrió por primera vez. Pero aun quedaba algo mas por descubrir, eras los rollos que estaban si revelar, al parecer tomados con otra cámara. En aquel entonces Richard no tenía ni la remota idea de que era el revelado, así que decidió llevarlo a un sitio de revelado, que en aquel día le habían cobrado 40 dólares por el revelado de ambas; Richard era todo un ingenuo en aquellos días. En total se revelaron unas 60 fotos de las cuales 30 era lo mismo, una y otra vez una fotografía de una pequeña montañita de polvo apilada en un escritorio. Hasta el que atendía la tienda quedo sorprendido de esas 30 fotos, porque alguien tomaría tantas fotos a un solo y superfluo montículo de polvo, pensaron ambos. El resto de fotos, como era de esperarse, eran fotos de cosas comunes; sillas con sombras al lado; bolas de tela; vasos medio llenos. Todo tipo de locuras. A partir de ese recuerdo Richard logro recordar por qué aquella polilla se le hacia conocida, se levanto de la silla donde trabajaba, la agarro por detrás y rodó hasta al lado de su cama para pararse en ella y así alcanzar el cielo raso, estaba hecho de laminas de madera pero había una que estaba medio colocada y que solo bastaba con darle un pequeño empujón para quitarla. Ese era el pequeño escondite donde Richard solía guardar su dinero, fotografías de su novia en poses sumamente erótica, algo de hierba que de vez en cuando fumaba en la azotea de su casa y la vieja caja con las fotografías. Richard tomo con cuidado la caja, la bajo, puso de nuevo la lamina en su lugar y se bajo de la silla. Cuando abrió la caja saco todas las fotos y busco con mucha emoción una fotografía en especial, era una que resaltaba de entre las demás que tomaba su papa, era un foto muy vieja se notaba, la calidad era pobre y estaba ya deteriorada por el tiempo, era una foto de una polilla pegada en una ventana. Richard aun recordaba el día que vio por primera vez aquella foto, aun le causaba el mismo sentimiento, la misma sensación de piel de gallina. Lo sorprendente es que la familiaridad de la foto con la polilla que Richard había visto hace media hora era porque la polilla de la foto era casi idéntica a la que el había visto. Sin duda ese momento fue bastante sorprendente para el, casos como estos no ocurren muy a menudo en este planeta. La polilla en cuestión era esta:
Richard pensó que seria divertido publicarla en su blog de internet, así que lo hizo, y al cabo de unas horas se fue a dormir.
Richard tenía 15 años cuando comenzó a apasionarse por la fotografía, sus gustos iban desde paisajes hasta siluetas de viejos en la banca de un parque alimentando con pan a las palomas. Su novia era una estudiante de literatura y poesía en la universidad local de Los ángeles, en su caso la fotografía era un hobbies al cual le ponía bastante cariño pero no lo suficiente como para dedicarse profesionalmente como pensaba Richard de su carrera de fotógrafo. Se conocieron en una tienda de discos, ambos estaban en la sección de ”Clásicos de ayer y hoy”, donde se podía encontrar una gran colección de blues y jazz, también un poco de rock n roll. Un poco de coqueteo bastaron para que Richard se atreviese a invitarla a salir, aquel día era una mañana bastante agradable donde corría una ligera brisa fría, un clima lo bastante propicio para un café matutino. Si había algo que llamaba la atención de cualquiera, esa era la tierna sonrisa de Richard, un aire tímido pero a la vez de chico agradable, alguien a quien puedes confiar, pensaría cualquiera. Sin duda eso fue lo primero que Tabitha noto de él, por lo tanto acepto su invitación de café…
Pues como se imaginaran el resto, siguieron viéndose y al cabo de unas semanas decidieron ser pareja. El 27 de julio cumplirían su primer aniversario de estar juntos. Ya terminando junio, y aun Richard se preocupaba por que le compraría a su enamorada Tabitha.
Como era de esperarse tras una noche de arduo trabajo y trasnoche, Richard se levanto a las 2 p.m., cumplió con su rutina de almuerzo de microondas y refresco de cola, tomo una ducha bien fría y cuando salió se sentó en toalla y aun húmedo en el escritorio donde se encontraba su computadora. Entro al navegador de Internet y reviso el escritorio de su blog. Para la sorpresa de Richard su publicación de la ”tétrica polilla” había tenido una gran cantidad de comentarios, eran casi 200, y el 80% de ellos eran de personas expresando su sentido de terror hacia la imagen, incluso habían comentarios como: ” Esa polilla de seguro quiere asesinarte” o; ” OMG, que cosa mas tenebrosa. Todo esto le había causado mucha gracia a Richard, mientras seguía leyendo los comentarios se percato que ya había pasado media de estar sentado en el escritorio, Richard se sobresalto y se apuró a cambiarse, ya que hoy seria un día distinto a los demás, hoy tendría otra entrevista de trabajo y luego se vería con su novia.
- Porque cree usted que este trabajo es para usted señor…
- Hopkins, señor… mi apellido es Hopkins.
Con estas palabras se dio inicio a lo que seria la entrevista de Richard. Era una de las revistas de interés juvenil mas vendidas en Estados unidos, Richard ya había intentado mandar currículums anteriormente sin éxito, hasta ahora.
- Ok, disculpe mi falta de atención señor Hopkins
- No se preocupe, como abra visto en mi curriculum se dará cuenta que tengo bastante experiencia con la fotografía, de hecho también soy dueño de un sitio web en donde coloco mi material, tengo aproximadamente 300 visitas al día y tengo bastante seguidores en diferentes redes sociales.
- Claro eso veo, y es bastante impresionante, pero también noto que no tienes ningún titulo en fotografía y tampoco has trabajado con ninguna revista.
Richard miro hacia arriba del cuarto con cierta duda, y luego dijo- Cuando estaba en 4 año de secundaria fui fotógrafo del periódico de mi escuela, y bueno creo que eso cuenta como experiencia laboral, no?
La persona que entrevistaba a Richard se coloco sus lentes, tomo su hoja de vida con ambas manos y las reviso con un gesto de inconformidad en sus labios. Richard por dentro se culpaba y también insultaba al entrevistador.
- En esta empresa no solemos dejar trabajar a personas sin experiencia, pero sin duda conoces el medio.
Richard abrió los ojos con mucha ilusión, puso sus manos detrás de su espalda y cruzo sus dedos.- Creo que te llamaremos, dijo el entrevistador sin siquiera mirarlo a los ojos, el solo miraba su tabla digital donde tenia guardado sus anotaciones.
Richard salía del edificio donde se hizo la entrevista mientras se aflojaba la corbata con enfado y refunfuñaba en voz baja- Revistas de los cojones, como mierdas pretenden que tenga experiencia laboral si no me dejan trabajar, el coño de su madre! El celular suena de repente y Richard se calma un poco. - Hola amor, que tal tu entrevista? suaves palabras que fluían como miel en los oídos de Richard, sin duda era Tabitha.
- Como el culo mi amor, como el culo…
- tan mal ha sido?
- hablamos después de eso mejor, mas bien vamos a vernos ya. Donde estas?
- Voy en el taxi rumbo a la cafetería, llegaras tarde?
- no, estaré ahí en un ”tris”
Y así fue. Tabitha nunca en su casi 12 meses de relación con Richard tuvo problemas con la impuntualidad, Richard era bastante cuidadoso con eso. Una vez ya en la mesa, Tabitha tomándose un café helado y Richard bebiéndose un expreso bien cargado, preparándose para la velada que le tocara en la medio noche para terminar de editar las fotos que la faltan. Richard le comentaba su día su novia.
- De verdad Tabí no sé que hare, últimamente esta difícil para un fotógrafo conseguir trabajo.
Claro que para Tabitha el conseguir trabajo no era un problema ya que su familia era muy adinerada, de hecho su padre, Remy Ferdinand es dueño de la mayoría de refinerías de petróleo del país, por lo tanto para Tabitha no le resultaba un problema monetario estudiar lo que quisiese.
Suavemente tabí se apoyó sobre la mesa y se acercó a la mejilla de Richard y le dio un beso. Todo va estar bien cariño, créeme.
Richard no pudo evitar sonrojarse, miro su café por unos segundos perdido en los pequeños remolinos del negro líquido contenido en la taza, cuando de repente una idea lo ataco.
Alguna vez has tenido un ”deja vu”?- Dijo Richard con cierta curiosidad.
- Pues que raro que lo preguntes. Tabí se tomo unos momentos para pensar su respuesta, ahora que lo mencionas… nunca me había puesto a pensar en eso, seguramente los he tenido pero me cuesta recordar cuando. Mas bien, quien rayos lleva la cuenta de los ”deja vu”?
Ambos rieron con discreción.
Te ocurrió algún deja vu últimamente cariñó?
Richard frunció sus labios hacia un lado y dijo- No exactamente un deja vu, o bueno no se como decirlo. Lo que ocurre es que la noche pasada un hermosa polilla se poso sobre mi ventana, era inmensa me entiendes! Y lo tétrico de este asunto es que cuando vi esa polilla enseguida recordé que tenia una foto que tomo mi padre cuando solía ser un civil, en la foto aparecía una polilla idéntica, o al menos muy parecida a la que estaba en mi ventana, podría ser coincidencia pero… una polilla tan grande como esa no son muy comunes y menos por estas zonas, es demasiada coincidencia como para que yo y mi padre hubiésemos visto polillas tan grandes.
- Creo que te estas metiendo en una película cariño, aunque debo confesarte que la historia es bastante extraña
Tabitha mostro mucho interés sobre este suceso, ella siempre le llamaba la atención los casos inexplicables y paranormales, una cualidad que Richard no compartía mucho, él era mucha más incrédulo en la vida.
- Tal vez tengas razón, exclamo Richard, creo que debería dejar de acostarme tarde. Sonrió con dulzura a tabí
- Ahora que me mencionas esta historia recuerdo que una vez leí acerca de un caso en nuevo México, al parecer unos jóvenes iban en un carro cuando de repente vieron a un hombre, pero este era demasiado alto, mas allá de lo que se suele ver. Los jóvenes decidieron ver ya que pensaban que era algún cómico disfraz y cuando se acercaron vieron que este no era un hombre si no…. un gigantesco hombre polilla que lanzaba rayos láser por los ojos!
Exclamo Tabí con tono burlón, parecido a como los niños simulan que son monstruos o supe villanos que destruyen el planeta.
Richard se rio por tanta ternura.
- Claro Tabí, hombres polilla lo que tu digas
- es en serio, no te estoy mintiendo.
Y de hecho no mentía, hace varios años atrás unos jóvenes reportaron en la policía que decían ver a ”un extraño ser con brazo largos y especies de alas a su alrededor, antenas y una piel seca y brillante que resaltaba en la noche. Este hecho pasó por desapercibido por la policía hasta que en aquel sector donde se reporto la aparición del supuesto ”ser” se vio afectada por una gran epidemia de ”gripe A”, que les costó la vida a varios vacunos animales domésticos que se encontraban en aquella zona rural.
Pasado ya el día Richard se encontraba una vez mas en su sucio y típicamente juvenil dormitorio, estaba clavado en su computadora editando y decorando fotos como de costumbre, pero mientras lo hacia se tomo un tiempo para leer un poco sobre el supuesto ”ser” que su novia con tanta burla le describía. Como era de esperarse se topo con miles y miles de artículos que sobre casos paranormales, inevitablemente tuvo que visitar esos sitios de temática paranormal que tanta aversión le tenia Richard. Se encontró con el caso que su novia le había dicho, también encontró algunas fotos y foros de discusión acerca del supuesto ”hombre polilla” o mothman como se le conoce en Estados unidos. Mientras el indagaba poco a poco en un gigantesco mar de información hubo algo que capto su atención mas cualquier otra cosa. Era un foro de discusión en donde usuarios anónimos subían imágenes y a la vez compartían experiencias del ”tercer tipo”.
Al parecer el tema del supuesto hombre polilla era algo bastante peculiar considerando la opinión de los usuarios. Se podía encontrar una pequeña historia publicada en foro acerca de este mítico ser. Su aparición por lo general va acompañada de desastres y tragedias, se cree que el dato mas antiguo de este ser se encuentra en un antiguo papiro de la mitología griega.
Mas abajo del este foro se encontraba la opinión de personas que aseguran haber visto a este extraño hombre mutante de 3 metros de altura, pero hubo un comentario que le causo cierto escalofrió a Richard. Era de un usuario anónimo y en el foro aparecía con una foto de perfil de una polilla grande, amarilla y de unos enormes ojos de un rojo penetrante. Este usuario simplemente dejo un corto mensaje, tan solo unas cuantas palabras dejaron completamente aterrado a Richard… decía:
”A LA POLILLA NO LE GUSTA QUE LA MIREN”.
Bueno… creo que ya fue suficiente Internet para mi.- dijo Richard
Apago su computadora y decidió irse a dormir, tal vez para ”bajar de tono” tanto tema paranormal en la noche.
Justo mientras estaba cepillando sus dientes Richard noto un leve cambio en la luz de su baño, una gran sombra sobre to ese cuarto. Era la peculiar pero familiar polilla que Richard había intentando capturar días antes, estaba justamente en su baño posando sus débiles patas en el bombillo encima de la ducha. Richard sonrió y recordó pero ahora con gracia el mensaje en aquel foro.
La polilla no le gusta que la mire…. se sintió tan tonto por haberse asustado con tal niñería.
A las 03:00 A.M Richard se encontraba ya durmiendo apaciguadamente, pero de repente una gran molestia lo acogió, una extraña incomodidad hizo que lo despertara de sueños, era como si en su cama algo caminara. Cuando quita la sabana sobre su cuerpo se da cuenta que toda su cama estaba repleta de polvo, incluso su cabello y ropa lo estaba.
Se levanto y con la misma sabana sacudió su cama dejando el suelo repleto de polvo. Se puso sus sandalias para dirigirse a la cocina a por una escoba y pala para recoger ese desastre. Mientras salía de su alcoba un olor nauseabundo penetro su olfato, olor a comido semi digerida, cuando entro a la sala vio la tele encendida pero con las típicas franjas de colores anunciando que ya era el fin de la programación, la luz estaba apagada pero con el tenue resplandor de la tele logro ver a su abuela Ema desmayada en el suelo con su ropa completamente vomitadas y sus ojos perdidos. Richard corrió hacia ella asustado ya que el sabia que ella sufría de diabetes y seguramente olvido su insulina, corrió y se tiro a su lado y con sus manos intentaba hacerla reaccionar pero ella solo estaba ahí desmayada y emitiendo suaves sonidos de dolor. Richard no demoro para ir por el botiquín y buscar inyecciones de insulina. Cuando lo tomo lo sintió tan pesado que cayo fugazmente al suelo haciendo que esta caja se abriera y lo que cayó al suelo para sorpresa de Richard no eran medicamentos…. Era polvo, enormes cantidades de polvo. Richard se desespero aun mas y corrió hacia e teléfono, lo tomo con brusquedad y marco al 911, el numero de emergencias, pero el teléfono no daba tono tan solo se escuchaba una especie de chirrido vibrante y continuo parecido al que emiten los insectos en el bosque a la noche. Richard colgó el teléfono y corrió una vez mas hacia la sala para auxiliar a su abuela y llevarla el mismo al hospital pero cuando llega ahí la encuentra rodeado de una aglomeración de polillas sobre Ema, el corre hacia ella e intenta espantarlas pero las polillas se ahuyentan y vuelan todas sobre la cara de Richard dejándolo sin visión por unos instantes. Cuando la recupera el supuesto cuerpo moribundo de su abuela no estaba, tan solo quedaba su pijama llena de polvo y alas de polilla. Ya esto fue la cúspide de la incoherencia, pensó Richard, esto no puede ser real pensó por un instante. De repente un punzante escalofrió que recorrió su espalda como una escolopendra que sube por un árbol lo ataco, un escalofrió de esos que te hacen pensar que algo esta detrás de ti. El giro su cabeza despacio y el extremo de su ojo logra captar una silueta en el piso que hizo que Richard se sobresaltara girando bruscamente todo su cuerpo y haciéndole tropezar al piso. Lo que sus ojos vieron fueron demasiado aterrador como para mantener la mirada por mas de dos segundos, era un ser enorme de casi 3 metros y mas, unas extremidades que parecían brazos que llegaban hasta su rodillas y detrás de estos unas alas hechas de polvo. Su cuerpo era de gran extensión, un torso musculoso, mucho mas allá de lo humanamente posible y todo recubierto por unas extrañas plumas hechas de polvo. Richard no pudo ver mucho su rostro pero era algo oscuro y espelúznate, tan solo pudo ver unos diminutos ojos rojo escarlata que brillaban como láseres en la noche y que atravesaban lo mas profundo de tu alma. Su cuerpo se entumeció, sus piernas se recogieron y su rostro se oculto entre ellas. Pero para su eterna desgracia sus oídos podían captar los lentos pero imponentes pasos que daba este ser, cada vez mas cercanos a él, ya Richard resignado juraba que ese seria el fin de su triste y corta vida, en el momento en el que los pasos se detuvieron supo que esta criatura pondría mano sobre el, Richard grito tan fuerte que de repente se ahogo. Richard despertó de un salto y cayo de su cama con la sabana enredada a él, empapado de sudor y su ropa interior humedecida por su pis… Era tan solo un sueño.