Sección 12: Guerreros de Fortuna
Los demonios caóticos y monstruos insanos no son los únicos benefactores de la anarquía infligida sobre la galaxia, en el despertar de los traumas gemelos de ser aniquilados en masa por el Nuevo Devorador, y perder la luz guía del Emperador. Las armas de alquiler, y los soldados a la venta depredaron sobre la miseria de la galaxia, como buitres abalanzándose sobre los ojos negros y distendidos de un cadáver anegado. Es una parte inevitable de cualquier tipo de conflicto que estos insensibles, pragmáticos de ojos muertos, traten de obtener una ganancia rápida en medio de la anarquía. Y, a través de los diez mil años de Conflictos, estos grupos y facciones de mercenarios se encontraron con un floreciente mercado por sus servicios.Así, estas fuerzas, no leales a nadie salvo a sus ganancias, eran una vista común en toda la amplitud de la galaxia.
===1) La soldadesca-sierva de Krieg Krieg===
Un planeta de desiertos tóxicos y cielos ahogados y asesinos, se encontró ante un terrible predicamento durante las etapas iniciales de este período. El planeta no producía comida, y poseía un nivel muy bajo de industrias operativas que no hayan sido convertidas en ruinas, o no estuvieran en un estado permanente de sombrío mal estado. Con la repentina pérdida de suministros desde el Imperio, y una gran población de soldados quienes no podían ser utilizados con otros propósitos en su mundo, parecería que Krieg bordeaba la extinción.
Sin embargo, el problema del exceso de soldadesca se volvería pronto en una peculiar ventaja para la sitiada Krieg. El Gobernador Planetario de Krieg abrió comunicaciones con un Mundo Industrial/Semi-Forja cercano, Cocentrina, el cual estaba en contacto con un Mundo Agrícola, conocido como el Jardín Omega-Hex. Esta triada de mundos, cada uno a cortos saltos disformes del otro (con cada tránsito tomando solo un par de meses), urdieron un plan para salvarse a sí mismos y a sus vecinos directos.
Krieg re-instigaría el procedimiento de Útero-Vitae previamente prohibido. creando más soldados, incluso más rápido. Estos hombres y mujeres maduraban rápidamente, y desde el primer año de vida serían entrenados, a través de las enormes tierras baldías de Krieg.
Estos soldados de Krieg fueron equipados por Cocentrina, que produjo un número masivo de rifles láser, chalecos antibalas, cascos, incluso un tipo especial de armadura de caparazón de la mayor calidad, sin mencionar otros equipos de guerra (como palas), y exportándolos a Krieg, donde los soldados se equiparían para la guerra.
Cocentrina también exportó más herramientas de producción agrícola y lujos, a Omega-Hex, quien a cambio, exportó numerosos elementos alimenticios tanto al mundo industrial como a Krieg, para alimentar a su población. Por supuesto, estos importes no fueron suficientes para alimentar tanto a la población civil de Krieg como a la inmensa cantidad de soldados. Así, el genio del gobernador del planeta, Viktor Van Conenburg, se puso manos a la obra.
Los enormes números de soldados de Krieg altamente entrenados, determinados y eficientes serían convertidos a un nuevo propósito. Los Korps de la Muerte de Krieg se convertirían en la Soldadesca-Sierva de Krieg. Estos soldados se vendieron a cualquier Imperio Secundario o Reino (xeno u otros) que se lo pudiera permitir. Luego de un único pago en algo valuable que Cocentrina necesitara, el Imperio adquisidor podía comprar un número variado de Soldados-Siervos, desde un par de escuadras, hasta un regimiento completamente equipado de Soldados de Krieg. A los Siervos-Soldados se les indoctrinó desde el nacimiento a creer que el servilismo y el servicio a maestros extranjeros era la mayor forma de piedad, y no cuestionaron su comercialización. Una vez vendidos al Imperio en cuestión, la triada de Krieg y sus vecinos renunciaba a toda responsabilidad por sus soldados. El Imperio adquisidor debía alimentarlos y velar por sus nuevos soldados, a sus propias expensas. Sin embargo, valían su precio, pues las tropas de Krieg permanecieron siendo, como siempre, excelentes soldados.
Así para el M44, hay varios ejemplos de tropas de Krieg luchando en ejércitos de toda la galaxia, desde Señores de la Guerra y tiranos alienígenas en conquista, hasta los más piadosos y auto-engrandecidos Imperios Secundarios. Incluso el Imperio de Ophelia, en algún momento, compró músculo de Krieg para asistir en la guerra contra el Imperio de Tallarn.
Krieg, el mundo de la guerra, pronto se convertiría en un mundo de conflicto comercial, creciendo en opulencia y prosperando a las espaldas de su propia venta auto-impuesta de siervos.
===2) Los Kroot Los Kroot===
Una raza cuyo imperativo biológico es encontrarse con la mayor diversidad posible de enemigos, mantendría inevitablemente sus tradiciones mercenarias, sin importar la creciente presión Tau para que detuvieran tal práctica. Esto se convirtió en más que un asunto moral para su Imperio. Los amargos Tau, quienes habían visto a las demás razas arruinar y saquear un sinnúmero de mundos, creían que las otras razas no merecían nada en la galaxia, y su esclavización o servidumbre coercitiva eran las únicas soluciones. La mera sugestión de que los Kroot ayudaran a sus enemigos, era asqueante y aberrante para ellos.
Sin embargo, los Kroot continuaron con este proceso, enviando esferas de guerra lejos en la cada vez más anárquica galaxia. Pronto, este proceso se volvería mucho más secreto y encubierto, mientras las influencia Tau se expandía más allá y alrededor de Pech. Los Kroot no podían declarar abiertamente la disidencia, no sea que esto entablara un conflicto mayor con la maquinaria de guerra del Imperio Tau.
Así, los Kroot eran algo común en la galaxia durante este período, prestando sus servicios a cualquier raza deseosa de permitirles devorar a los caídos, o tomar una parte del botín de una invasión o saqueo exitoso.
De todas formas, los Kroot no podían esperar continuar con esta práctica indefinidamente. Eventualmente, varias partidas de guerra Kroot, regresando de una exitosa guerra contra la República de Nekulli, fueron interceptados por patrullas Tau, y destruidas. Esto provocó indignación entre los Kroot, e igual pero opuesta ira desde el Alto Mando Tau, que vio esto como evidencia de disidencia por parte de los Kroot.
En el 634.M45, el Comandante Hawksight, actual líder de la extensión occidental del Imperio Tau, movilizó una expedición dentro de los mundos de ocupación Kroot. La guerra duró casi dos décadas. Ya que tenían prohibido exterminar a los Kroot desde la órbita por decreto Etéreo, el Comandante se vio obligado a combatir contra ellos en tierra, en su hogar en Pech, y los mundos terraformados vecinos, abundantes en vida Kroot. Los Tau, para entonces, tenían tecnología casi siete siglos más avanzada que sus aliados. Sin importar esto, los Kroot lucharon una guerra de guerrillas maestra, asaltando a los Tau en momentos de debilidad, antes de regresar a las zonas salvajes. Las enfurecidas fuerzas Tau utilizaron tácticas cada vez más devastadoras, en un vano intento de forzar a los Kroot a una guerra abierta. Esta guerra agotó varios recursos, en ambos bandos, y costó muchas, muchas vidas. Tal era la aparente matanza, que muchos de los consejos de Etéreos en los Sept interiores solicitaron la retirada de Pech. Después de todo, argumentaban, ¿no se suponía que los Kroot eran aliados? Incluso Aun’Va se inquietó por la guerra. No quería que sus fuerzas se vieran involucradas en conflictos internos, menos ahora, cuando tenían toda una galaxia que conquistar.
Eventualmente, se desató la guerra entre los Tau y sus aliados, y el Imperio Comercial Thexiano y sus fuerzas, en el norte galáctico. Se necesitaban recursos para esta guerra, y entonces Aun’Va exigió la retirada de Pech, haciéndola efectiva inmediatamente. De esta forma, los Kroot sobrevivieron. Sin embargo, lo que realmente molestaba al Comandante Hawksight, era que, incluso en medio del conflicto, los mercenarios Kroot continuaron operando, evadiendo de alguna forma a las patrullas Tau. Ninguna cantidad de conflicto podía prevenir que los Kroot se esparcieran a través del Segmentum, en su búsqueda de biodiversidad.
3) Los Fremen de Janisar
Esta brutal banda de mercenarios tuvo un comienzo humilde, en lo profundo del Imperio Hexiano, hacia el noroeste galáctico. Eran en un principio una compañía privada de mercaderes, quienes mantenían una flota de transportes. Cuando la galaxia se destrozó repentinamente en grupos rivales, ofrecieron sus servicios al Imperio Hexiano. Este era un Imperio particularmente débil, que no tenía el poder militar para requisar la flota de carga de los Fremen, por lo que podían cobrarles lo que quisieran, y volverse muy ricos. Sin embargo, debido a la falta de protección militar provista por los Hexianos, los Fremen, bajo el enfermizo y mutante director ejecutivo de la empresa de flotas, Janisar, contrataron soldados para protegerse de los piratas y de las compañías en envíos rivales Post-Imperiales.Eventualmente, los Fremen descubrieron que podían conseguir incluso más dinero ayudando a luchar en conflictos a través del sector, y quizás incluso más allá. Así, se compraron más fragatas navales, naves xeno capturadas y naves de carga convertidas de diversos emprendedores.
Los Fremen de Janisar se volvieron infames en una docena de sectores, como mercenarios fríos y brutales, leales a nadie, excepto a sí mismos. Contrataron a asesinos profesionales y soldados de un gran rango de ambientes. Soldados de la Guardia Huérfanos y tropas de choque, equipo de comerciantes, ahora sin dinero y desesperados por trabajo, soldados desde imperios destruidos y reinos caídos. Matones, asesinos y maleantes desde todo el submundo de la galaxia. Razas de xenos extrañas de diferentes mundos. A todos se les permitía unirse, probando que podían cargar su propio peso, y dieron a los Fremen ganancias rápidas. Su equipamiento era de la más alta calidad, comprado desde cualesquiera Imperios humanos o xenos donde pudieran adquirirlo.
Se volvieron una de las brigadas de mercenarios más exitosas en toda la galaxia.
Por supuesto, estos tres son solo la punta del iceberg. Miles de bandas y compañías separadas brotaron en este período, todos hambrientos de conseguir un poco del sin duda lucrativo negocio de la guerra. Pues, tristemente, en un universo de tanta miseria y dolor, la guerra era el único mercado consistente que quedaba.