Soy Alice. Mi madre Haden y yo vivimos en el pueblo de Painswick, Inglaterra. Es un lugar de muchos paisajes rurales, donde todas las personas se conocen, donde todas las historias se entrelazan. Mi madre tiene 28 años, vivimos aquí desde que tengo ¿4 años? Actualmente tengo 14. No tengo padre, abuelos, tíos o gente allegada, sólo a ella y a mi amiga Kendall. Somos una familia típica de dos, nos tenemos mutuamente. Tenemos una gata llamada Lizzie y a veces tenemos de visita el perro del amante de mi madre que se llama Rich.
El último año y estos dos meses pasados que recuerdo, mi madre ha traído distintos hombres a la casa. No sólo eso, sino que también perdí contacto con Kendall por un asunto en específico, muy inmaduro e infantil, un tema para mí, insignificante. Quité el interés de ella y de mi madre, ambas no ponían su atención en mí y yo no la pondré en ellas, por lo que decidí mantenerme en otras cosas. Hobbies o alguna forma de tener ocio, ya que lo único que hacía era hablar horas y horas con Ken por redes sociales o salir de compras con mi madre, y al parecer, eso se acabó.
Mantuve mi interés en internet, foros, blogs y algunas cosas que están de moda, un ejemplo sería los creepypasta, hay muchas páginas en facebook o vídeos en YouTube de estos, así que puse mi interés en ello. Tras pasar horas leyendo e investigando, me dí cuenta que es un asunto muy turbio, relatos muy extraños para que sea considerado una moda. Se nota que algunos usuarios no tenían la conciencia de lo que estos relatos significaban y lo tomaban como un simple juego para verse más guays o algo por el estilo.
Me mantuve alejada de esta "moda", pero tras haber entrado tanto a foros creepy y tal, comenzaron los anuncios de Google sugiriendo enlaces que me interesarían. Uno lo logró. Pude ver que el título decía "Poupée" lo que en Francés significa "Muñeca". Aquella historia describía a una chica que tenía sus dientes filosos, era de cabellos largos y ondulados, piel pálida y rasgos totalmente finos, también mencionaba que sus uñas eran largas y filosas, todo esto se describía mientras relataban que aquella Poupée, desgarraba a un bebe recién nacido, con sus uñas. También usaba una aguja y un cabello suyo para dibujarle una sonrisa con costura, en su cuerpo ya fallecido. Esa historia era muy difícil tomarla como irrelevante, era interesante, ¡Y aquella chica tenía mucho en común conmigo! Quizá no en su apariencia, pero ella odiaba a los bebes; como yo, tenía cierto desprecio a su madre; como yo, amaba a los gatos; como yo. Podía llegar a desgarrar a una persona por mentir, y yo no miento, yo podría ser como ella. Aunque no sé como una persona que desgarra bebes o es capaz de ello, puede amar a una criatura como los gatos...
Pasando todas esas semanas, me mantuve muy al pendiente de los foros que publicaban historias de Poupée, descripciones, fan-arts, comencé a admirar a esta entidad y tener razonamientos como ella... o eso creía. Creía que podía desgarrar a un bebe solamente porque no me agradaban, o poder ahorcar a mi propia madre con mis cabellos. Pero no estaba segura de ello... Solamente quería ser como ella, poder tener la apariencia de una muñeca y carecer de emociones. Cada vez que mencionaba eso en un foro, los otros usuarios me decían que era una tonta y no debía ponerme en el lugar de una entidad o querer ser como ella, otros me decían que era incapaz de ser como una poupée, pero podía invocarla. Eso podía creerlo, yo no estaba muerta, yo no podía evitar la realidad de ir a la cárcel si me deshacía de lo que odiaba. Mi carácter se volvió frío, podía ser hiriente o hacerme daño a mi misma por el gusto a la sangre, todo esto también juzgaban los usuarios; comentaban cosas como "Eres una idiota, le ves el lado estúpido a los creepypastas, hazlo bien y de forma inteligente, no te lo tomes como una adolescente que cree estar loca o ser una sociópata solo porque admira a un personaje".
Supe que eran niñatos, la idiota no era yo. Me informé más de cómo invocar a Poupée, me dispuse a tener la valentía de hacer rituales antes de llegar a ella, para poder estar segura. Lo que aquel ritual necesitaba eran 6 velas rojas y una especie de guadaña de tamaño mediano o que no parezca para un cosplay, que sea una hoz muy afilada. Luego debía dejar caer gotas de mi sangre en la guadaña y tras ello envolver la hoz en un velo negro, para después cerrar mis ojos y cantar o tararear "La porcelana y la ceda me envolverán, me envolverán, mi bella doncella. Las esmeraldas me cegarán, me cegarán, mi bella doncella." Justamente, seis veces. Luego de esto, debía abrir mis ojos y dos luces esmeraldas estarán mirándome fijamente desde la oscuridad. Cuando esto suceda, apagaré las velas con mis dedos y le pediré a quien debe rasgar. Si éstas personas cometen algo que ella odia, las mutilará con sus uñas. Si no, sólo las ahogaría con sus cabellos. Si algo sale mal y ella encuentra algo que la moleste en mí, usará la guadaña para matarme.
Fue lo que puse en práctica la misma noche que mi madre trajo al padrastro de Kendall para tener una noche... de las que siempre tuvo aún con mi presencia. Ambos se fueron a la habitación, y yo me quedé en el living. Acomodé todo, apagué las luces, e inicié a cantarear. Pude sentir aquella presencia tan inestable e insegura, suspiros de forma intermitente y algunos ruidos de aquellas muñecas antiguas de porcelana, una piel dura pero blanca y suave.
Sentí como mis músculos se tensaban, me sentía observada y una tensión muy fría delante mío. Ya era el sexto cántico finalizado, abrí mis ojos, y pude ver como todo mi ocio se convirtió en una continua realidad. Dos, exactamente dos iris radiantes y esmeralda estaban mirándome de forma fija, sin parpadeos o intermitencia.
- La bella doncella.- Exclamé temerosa, el miedo interrumpía mis pensamientos, sin poder recordar que debía de decir tras tenerla enfrente- La bella doncella, pude honrar su presencia ante mí, y mi Haden también lo hará.- Finalicé de un vocifero.
Volví a cerrar mis ojos, y para cuando terminé de apagar las velas sentí un suspiro fresco en mi oído
- End.
¿Acaso dijo End? Abrí mis ojos nuevamente, donde la guadaña envuelta en velo desapareció y aquellas gotas de sangre se hicieron un charco. Asustada, prendí la luz y vi el cadáver de mi madre justo adelante de las velas. Su cuerpo estaba azul y aún parecía agonizante, su cuello tenía marcas muy finas. Creo que hasta ese momento no me daba cuenta de la situación. Comencé a reírme, creyéndome muy maníaca, pero me volví a preguntar... ¿Y la hoz? ¿Acaso ella no odiaba a mi madre para desgarrarla?
Y ¿Por qué... la hoz ya no está ahí?
Una voz muy aguda se escuchó desde mi espalda, había cabellos enredados en mis piernas. Unas manos pálidas y suaves tocaron mis mejillas, desgarrándose por completo. Clavó una aguja en mis labios para estirarlos y formar con ellos una sonrisa, la misma sonrisa que mostraba la felicidad de ver a mi madre muerta. No tenía movilidad alguna, sólo sentía aquellas suaves manos en mis mejillas llenas de sangre. El dolor desgarraba mi físico exterior e interior. Por dentro sentía como mi carne facial se desgarraba, y por fuera, no podía soportar aquella tensión muscular y la sensibilidad en mis dientes por aquel frío que sentía. En ese momento de trance, donde tanto dolor me hacía olvidar de la situación, por fin volví a sentir algo fuera de mi rostro, y fue en mi estómago. Sus uñas rasgaron completamente mi abdomen, mis órganos estaban mezclados con su cabello en el piso. Mi apenas conciente cuerpo cayó, sobre el cuerpo de mi madre, donde por fin pude ver ese hermoso rostro de rasgos tan finos, la única sonrisa que pude ver al final de mi ocio.
Ella clavó aquella hoz bañada en mi sangre, la clavó en mi pecho permitiéndome dar mi último suspiro. Por fin pude oír claramente aquella voz tan aguda diciendo: "End of the lie (Fin de la mentira)", con una risa psicópata. Lo último que vi fueeon aquellas dos iris esmeralda mirándome fijamente.
El último año y estos dos meses pasados que recuerdo, mi madre ha traído distintos hombres a la casa. No sólo eso, sino que también perdí contacto con Kendall por un asunto en específico, muy inmaduro e infantil, un tema para mí, insignificante. Quité el interés de ella y de mi madre, ambas no ponían su atención en mí y yo no la pondré en ellas, por lo que decidí mantenerme en otras cosas. Hobbies o alguna forma de tener ocio, ya que lo único que hacía era hablar horas y horas con Ken por redes sociales o salir de compras con mi madre, y al parecer, eso se acabó.
Mantuve mi interés en internet, foros, blogs y algunas cosas que están de moda, un ejemplo sería los creepypasta, hay muchas páginas en facebook o vídeos en YouTube de estos, así que puse mi interés en ello. Tras pasar horas leyendo e investigando, me dí cuenta que es un asunto muy turbio, relatos muy extraños para que sea considerado una moda. Se nota que algunos usuarios no tenían la conciencia de lo que estos relatos significaban y lo tomaban como un simple juego para verse más guays o algo por el estilo.
Me mantuve alejada de esta "moda", pero tras haber entrado tanto a foros creepy y tal, comenzaron los anuncios de Google sugiriendo enlaces que me interesarían. Uno lo logró. Pude ver que el título decía "Poupée" lo que en Francés significa "Muñeca". Aquella historia describía a una chica que tenía sus dientes filosos, era de cabellos largos y ondulados, piel pálida y rasgos totalmente finos, también mencionaba que sus uñas eran largas y filosas, todo esto se describía mientras relataban que aquella Poupée, desgarraba a un bebe recién nacido, con sus uñas. También usaba una aguja y un cabello suyo para dibujarle una sonrisa con costura, en su cuerpo ya fallecido. Esa historia era muy difícil tomarla como irrelevante, era interesante, ¡Y aquella chica tenía mucho en común conmigo! Quizá no en su apariencia, pero ella odiaba a los bebes; como yo, tenía cierto desprecio a su madre; como yo, amaba a los gatos; como yo. Podía llegar a desgarrar a una persona por mentir, y yo no miento, yo podría ser como ella. Aunque no sé como una persona que desgarra bebes o es capaz de ello, puede amar a una criatura como los gatos...
Pasando todas esas semanas, me mantuve muy al pendiente de los foros que publicaban historias de Poupée, descripciones, fan-arts, comencé a admirar a esta entidad y tener razonamientos como ella... o eso creía. Creía que podía desgarrar a un bebe solamente porque no me agradaban, o poder ahorcar a mi propia madre con mis cabellos. Pero no estaba segura de ello... Solamente quería ser como ella, poder tener la apariencia de una muñeca y carecer de emociones. Cada vez que mencionaba eso en un foro, los otros usuarios me decían que era una tonta y no debía ponerme en el lugar de una entidad o querer ser como ella, otros me decían que era incapaz de ser como una poupée, pero podía invocarla. Eso podía creerlo, yo no estaba muerta, yo no podía evitar la realidad de ir a la cárcel si me deshacía de lo que odiaba. Mi carácter se volvió frío, podía ser hiriente o hacerme daño a mi misma por el gusto a la sangre, todo esto también juzgaban los usuarios; comentaban cosas como "Eres una idiota, le ves el lado estúpido a los creepypastas, hazlo bien y de forma inteligente, no te lo tomes como una adolescente que cree estar loca o ser una sociópata solo porque admira a un personaje".
Supe que eran niñatos, la idiota no era yo. Me informé más de cómo invocar a Poupée, me dispuse a tener la valentía de hacer rituales antes de llegar a ella, para poder estar segura. Lo que aquel ritual necesitaba eran 6 velas rojas y una especie de guadaña de tamaño mediano o que no parezca para un cosplay, que sea una hoz muy afilada. Luego debía dejar caer gotas de mi sangre en la guadaña y tras ello envolver la hoz en un velo negro, para después cerrar mis ojos y cantar o tararear "La porcelana y la ceda me envolverán, me envolverán, mi bella doncella. Las esmeraldas me cegarán, me cegarán, mi bella doncella." Justamente, seis veces. Luego de esto, debía abrir mis ojos y dos luces esmeraldas estarán mirándome fijamente desde la oscuridad. Cuando esto suceda, apagaré las velas con mis dedos y le pediré a quien debe rasgar. Si éstas personas cometen algo que ella odia, las mutilará con sus uñas. Si no, sólo las ahogaría con sus cabellos. Si algo sale mal y ella encuentra algo que la moleste en mí, usará la guadaña para matarme.
Fue lo que puse en práctica la misma noche que mi madre trajo al padrastro de Kendall para tener una noche... de las que siempre tuvo aún con mi presencia. Ambos se fueron a la habitación, y yo me quedé en el living. Acomodé todo, apagué las luces, e inicié a cantarear. Pude sentir aquella presencia tan inestable e insegura, suspiros de forma intermitente y algunos ruidos de aquellas muñecas antiguas de porcelana, una piel dura pero blanca y suave.
Sentí como mis músculos se tensaban, me sentía observada y una tensión muy fría delante mío. Ya era el sexto cántico finalizado, abrí mis ojos, y pude ver como todo mi ocio se convirtió en una continua realidad. Dos, exactamente dos iris radiantes y esmeralda estaban mirándome de forma fija, sin parpadeos o intermitencia.
- La bella doncella.- Exclamé temerosa, el miedo interrumpía mis pensamientos, sin poder recordar que debía de decir tras tenerla enfrente- La bella doncella, pude honrar su presencia ante mí, y mi Haden también lo hará.- Finalicé de un vocifero.
Volví a cerrar mis ojos, y para cuando terminé de apagar las velas sentí un suspiro fresco en mi oído
- End.
¿Acaso dijo End? Abrí mis ojos nuevamente, donde la guadaña envuelta en velo desapareció y aquellas gotas de sangre se hicieron un charco. Asustada, prendí la luz y vi el cadáver de mi madre justo adelante de las velas. Su cuerpo estaba azul y aún parecía agonizante, su cuello tenía marcas muy finas. Creo que hasta ese momento no me daba cuenta de la situación. Comencé a reírme, creyéndome muy maníaca, pero me volví a preguntar... ¿Y la hoz? ¿Acaso ella no odiaba a mi madre para desgarrarla?
Y ¿Por qué... la hoz ya no está ahí?
Una voz muy aguda se escuchó desde mi espalda, había cabellos enredados en mis piernas. Unas manos pálidas y suaves tocaron mis mejillas, desgarrándose por completo. Clavó una aguja en mis labios para estirarlos y formar con ellos una sonrisa, la misma sonrisa que mostraba la felicidad de ver a mi madre muerta. No tenía movilidad alguna, sólo sentía aquellas suaves manos en mis mejillas llenas de sangre. El dolor desgarraba mi físico exterior e interior. Por dentro sentía como mi carne facial se desgarraba, y por fuera, no podía soportar aquella tensión muscular y la sensibilidad en mis dientes por aquel frío que sentía. En ese momento de trance, donde tanto dolor me hacía olvidar de la situación, por fin volví a sentir algo fuera de mi rostro, y fue en mi estómago. Sus uñas rasgaron completamente mi abdomen, mis órganos estaban mezclados con su cabello en el piso. Mi apenas conciente cuerpo cayó, sobre el cuerpo de mi madre, donde por fin pude ver ese hermoso rostro de rasgos tan finos, la única sonrisa que pude ver al final de mi ocio.
Ella clavó aquella hoz bañada en mi sangre, la clavó en mi pecho permitiéndome dar mi último suspiro. Por fin pude oír claramente aquella voz tan aguda diciendo: "End of the lie (Fin de la mentira)", con una risa psicópata. Lo último que vi fueeon aquellas dos iris esmeralda mirándome fijamente.