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Marc vuelve de fiesta a las 6 de la mañana, le ayudo a desvestirse y no me puedo resistir a chupar ese culito hetero tan respingón de 20 años que tiene.
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Le lamo el culo a mi hijo borracho
Mi hijo Marc ha empezado a tener un cuerpo muy atlético desde que cumplió los 18 años. Ahora con 20 ya se le marcan todos los abdominales y ha empezado a sacar brazo.
La noche de fin de curso se quedó a dormir en mi casa porque vivo en el centro, y no en la de su madre que se mudó a las afueras cuando nos divorciamos.
Ese día Marc regresó a casa a las 6 de la mañana, iba fatal, estaba borracho. No pudo ni abrir la puerta de casa él solo y tuvo que llamar al timbre. Cuando le abrí vi lo mal que iba, y le dije:
Mi hijo Marc ha empezado a tener un cuerpo muy atlético desde que cumplió los 18 años. Ahora con 20 ya se le marcan todos los abdominales y ha empezado a sacar brazo.
La noche de fin de curso se quedó a dormir en mi casa porque vivo en el centro, y no en la de su madre que se mudó a las afueras cuando nos divorciamos.
Ese día Marc regresó a casa a las 6 de la mañana, iba fatal, estaba borracho. No pudo ni abrir la puerta de casa él solo y tuvo que llamar al timbre. Cuando le abrí vi lo mal que iba, y le dije:
- Anda pasa. A ver si aprendemos a beber.
Lo acompañé a su habitación, y viendo que era incapaz de desvestirse le ayudé yo. A pesar de ir borracho aún olía a esa colonia de adolescente que usa siempre y que me resulta sexy.
Al quitarle la camiseta pude aprovechar para agarrarlo bien por la espalda y el abdomen. El pobre se caía.
En el momento de bajarse los vaqueros, directamente se bajó los calzoncillos también, quedando en pelotas con su polla flácida y su culito respingón.
Inmediatamente se tiró en la cama, sin taparse ni nada. Me senté a su lado y le di el sermón:
Al quitarle la camiseta pude aprovechar para agarrarlo bien por la espalda y el abdomen. El pobre se caía.
En el momento de bajarse los vaqueros, directamente se bajó los calzoncillos también, quedando en pelotas con su polla flácida y su culito respingón.
Inmediatamente se tiró en la cama, sin taparse ni nada. Me senté a su lado y le di el sermón:
- Marc, no puedes beber tanto, tienes que aprender a salir.
- Papá no me ralles ahora.
Mientras le seguía regañando empezó a roncar.
Puse mi mano sobre su espalda y noté cómo respiraba fuerte.
Le acaricié, su piel era muy suave y me recordaba a la mía de joven.
Bajé hasta su nalga y la acaricié también. Al ver que no despertaba, aproveché para apretárselas bien. Menudo culito tenía ya el cabrón.
Le besé la cabeza diciéndole “buenas noches”, y ese olor volvió a mí. Continué por la espalda y le fui dando besos hasta llegar a las nalgas. Besé sus nalgas. Él no se inmutaba.
Cambié de posición y dije para mí: Voy a probar esto que tienes aquí. Separé sus piernas y pude ver su agujerito sin un solo pelo.
Saqué mi lengua y lo probé despacito. Miré hacia arriba y él seguía durmiendo. Así que seguí lamiendo, cada vez más fuerte. Estaba riquísimo este culito jovencito de mi hijo hetero de 20 años.
Me di un festín comiéndole el culo y empecé a pajearme mientras tando.
Cuando ya no podía más de lo cachondo que estaba dije:
Puse mi mano sobre su espalda y noté cómo respiraba fuerte.
Le acaricié, su piel era muy suave y me recordaba a la mía de joven.
Bajé hasta su nalga y la acaricié también. Al ver que no despertaba, aproveché para apretárselas bien. Menudo culito tenía ya el cabrón.
Le besé la cabeza diciéndole “buenas noches”, y ese olor volvió a mí. Continué por la espalda y le fui dando besos hasta llegar a las nalgas. Besé sus nalgas. Él no se inmutaba.
Cambié de posición y dije para mí: Voy a probar esto que tienes aquí. Separé sus piernas y pude ver su agujerito sin un solo pelo.
Saqué mi lengua y lo probé despacito. Miré hacia arriba y él seguía durmiendo. Así que seguí lamiendo, cada vez más fuerte. Estaba riquísimo este culito jovencito de mi hijo hetero de 20 años.
Me di un festín comiéndole el culo y empecé a pajearme mientras tando.
Cuando ya no podía más de lo cachondo que estaba dije:
- Voy a probar a meterle la puntita. De tan lubricado que está no creo que se entere.
Me puse sobre él y acerqué mi capullo bien duro. Metí poco a poco mi seta mirando hacia arriba para ver que no se enterase. Entró la puntita. Aleluya.
Empecé un lento y suave mete saca de la punta, cada vez introduciéndola un poco más. Y cuando me di cuenta ya estaba toda dentro.
Empecé a follármelo. Me estaba follando a mi hijo de 20 años borracho. Mi hijo hetero que tenía ese cuerpecito tonificado que me encantaba,
Cuando ya no podía más pensé:
Empecé un lento y suave mete saca de la punta, cada vez introduciéndola un poco más. Y cuando me di cuenta ya estaba toda dentro.
Empecé a follármelo. Me estaba follando a mi hijo de 20 años borracho. Mi hijo hetero que tenía ese cuerpecito tonificado que me encantaba,
Cuando ya no podía más pensé:
- Tengo que correrme fuera porque sinó mañana se va a enterar.
Mientras seguía metiéndosela, despacito, pero cuando me di cuenta ya no podía sacarla. Se me escapó un chorretón dentro de su culo que lo llenó entero.
- Dios, acabo de preñar a mi hijo borracho.
Me corrí del todo dentro de él, miré hacia arriba y seguía roncando. Menuda moña llevaba.
La saqué y fui a por papel, esperé un poco y mi semen empezó a brotar de su culito como un volcán, así que aproveché para limpiarle.
Me fui a mi habiitación y me la tuve que cascar otra vez del morbo que me dió.
La saqué y fui a por papel, esperé un poco y mi semen empezó a brotar de su culito como un volcán, así que aproveché para limpiarle.
Me fui a mi habiitación y me la tuve que cascar otra vez del morbo que me dió.
- Que pena no haberlo grabado!
Me desperté por la mañana muy descansado y me dio tiempo a hacer de todo. Cuando estaba cocinando ya a mediodía aparece él por la cocina, aún sin ropa, y con cara de la mayor resaca de su vida.
- Buenos días eh, le dije
- Hola papá, necesito agua
- Toma anda.
Y mientras bebía del tirón todo el vaso admiré de nuevo su cuerpo atlético, le dejé el culo colorado. Pero parece que no se enteró de nada.
Se sirvió otro vaso y le dije:
Se sirvió otro vaso y le dije:
- Anda vístete, que la comida ya está lista y así te va a coger el frío.
Mientras le daba una cachetada paterna en las nalgas para que se espabilase.
- Ya voy, ya voy. - Me responde apurado.
- Ya voy, ya voy. - Me responde apurado.