Este es un conjunto de instrucciones para entablar una conversación con el Diablo. Cualquiera con la madurez e inteligencia suficientes sabe que es un objetivo bastante estúpido que solo trae consecuencias completamente desagradables. Y de verdad, sería mucho más inteligente publicar el número de tarjeta de crédito en Facebook o tratar de desactivar una bomba.
¿Pero será suficiente para detenerte? Estas historias son creadas con el fin de entretener, no para educar, ¿estamos? Deberías llevar a cabo esto única y exclusivamente si estás interesado en algo que tenga el Diablo. Técnicamente, si haces todo correcto, hay buenas probabilidades de que salgas ileso de este juego.
Esto me lleva a un punto de aclaración que debe hacerse. Este no es un manual para hacer cualquier tipo de negociación barata, ya sabes, como venderle el alma. Si llegas a hacerle esta propuesta durante la conversación, seguro lo rechazará.
Tu alma no tiene nada especial, si has llegado hasta el punto de venderla, ¿Qué te hace pensar que a él le interesaría el alma de un fracasado? No voy a explicar puntualmente lo peligroso que puede resultar esa propuesta, pero si estás dispuesto a asumir las consecuencias, puedes intentarlo. Más ciertamente eso solo mermará la capacidad de entablar una conversación con él.
Esto plantea una cuestión importante: ¿por qué exactamente te gustaría hablar con el Diablo? (algunos de ustedes posiblemente solo quieran entablar una conversación con una entidad oculta extremadamente peligrosa, pero por el bien de la raza humana, espero que la mayoría no haga algo tan estúpido.)
La respuesta corta es: El sabe cosas. Cosas que algunos de ustedes tendrían un profundo interés en conocer. Y con esto no quiero decir que sea omnisciente o algo por el estilo, a fin de cuentas: él no es Dios. Pero indudablemente posee una ventaja sobre el conocimiento del mundo sobrenatural que ningún ser humano sería capaz de adquirir.
Por ejemplo, probablemente sería incapaz de decir cuando sucederá la próxima guerra mundial, cosa que ningún ser humano sabe. Pero él bien podría decir los siguientes números ganadores en la lotería, o informarte sobre una enfermedad no diagnosticada que afecte a un ser querido.
Por supuesto que no va por ahí dando los números ganadores de la lotería a cualquier persona que se los pida. Y nunca va a confiar a cualquiera una información que represente un gran poder, recordemos que él es el padre de la mentira. Sin embargo, si realmente estás decidido a encontrar o saber algo y ya has agotado todas las demás opciones, hay una manera de tratar de obtener información precisa sobre los que desees. Así como tantos otros villanos “más urbanos” de la cultura popular, el Diablo se vuelve irresistible ante los juegos de azar.
Y la razón por la que le encantan es porque casi siempre gana. Pero si estás lo suficientemente decidido como para hacer frente a los riegos e ir contra probabilidades infinitesimales, hay un determinado juego que ambos podrían jugar para obtener la información que necesitas.
Voy a explicarte todo lo que sé. Empezaremos con una descripción del proceso de invocación, a continuación, explicare las reglas del juego, algunos consejos de cómo jugar, y por último, por supuesto, la inevitable letanía de porquería arcana que puede salir mal.
Para ponerse en contacto con este interlocutor, precisas de ir hasta una iglesia a medianoche. No importa qué tipo de iglesia sea (grande o pequeña, vieja o nueva, liberal o conservadora), asegúrate de que esté vacía. La última cosa que queremos es que algún predicador nos vea hablando con el Diablo. En realidad, este proceso puede hacerse en cualquier sitio, después explicaré por qué la iglesia es la mejor opción.
Y también se puede hacer cualquier día, pero funciona mejor los días de luna nueva o luna llena, los viernes 13 o bajo la Luna del Día de Brujas… la fecha en realidad no importa, siempre y cuando no seas tan estúpido como para tratar de hacerlo en un día sagrado como la Navidad.
Al contrario de la fecha, la hora es muy importante. Se tiene que empezar o terminar el ritual exactamente a la medianoche, pero como regla general es mejor comenzar a preparar todo unos diez o quince minutos después, si lo estás haciendo en la casa de Dios, recuerda que debes asegurarte que no haya nadie en el lugar y en caso de dudas lo mejor es bloquear todos los accesos, queremos el sitio VACÍO, ¿entiendes?
Naturalmente hay algunos elementos que necesitas llevar y otros que estás estrictamente prohibido a portar. Para este ritual necesitas:
Está prohibido portar cualquier tipo de dispositivo electrónico o de cronometraje. Esto incluye teléfonos celulares, tabletas, reproductores de mp3, PDA, calculadoras, relojes de pulsera, relojes de bolsillo, relojes de cocina, relojes de arena, etc., etc., etc. (De verdad, no lo lleves).
Si eres una de esas personas a la que le han implantado un dispositivo en el cerebro, el corazón o cualquier dispositivo de audición, no te preocupes, puedes continuar. Si has llevado una linterna (útil para hacerte camino sin llamar demasiado la atención), también déjala en el exterior.
Además, no lleves ningún tipo de parafernalia religiosa para protegerte. Si estás utilizando cualquier tipo de símbolo sagrado, el Diablo simplemente se negará a aparecer.
No te preocupes, ¿recuerdas que mencioné que la iglesia era la mejor opción? Bueno, esto es lo único que puede protegerte. Si quieres correr el riesgo de quedar desamparado a merced del Diablo, está en ti probar esta teoría, siéntete libre de experimentar. Sin embargo, para cualquier persona, sin el deseo de morir de la forma más terrible, recomiendo seguir el ritual de la siguiente manera:
Una vez que te asegures de tener todos los elementos contigo, entra en la iglesia y ubica un lugar para instalarte. Esto se puede hacer en cualquier lugar del santuario, como en la cocina, en el lavadero o incluso en un baño, siempre que tengas una cantidad suficiente de espacio abierto y te asegures de que nadie te moleste. Primero instala el espejo, aquí es donde aparecerá el diablo cuando lo llames.
Coloca el espejo de pie dentro de un círculo de sal. Si el espejo se encuentra en una puerta o en alguna pared haz un semicírculo, asegurándote de que la sal toque la pared en ambos extremos. Luego envuelve el hilo rojo alrededor del espejo varias veces. El color rojo es un símbolo de protección en el folclore de muchas culturas y religiones. También es por eso que llevamos velas rojas.
Hablando de las velas, colócalas fuera del círculo (o semicírculo) de sal, espaciadas a intervalos más o menos iguales. No es necesario que midas los espacios con cinta métrica, pero al menos intenta hacer algo decente. Enciende las velas en sentido horario, teniendo cuidado de no abrir el circulo de sal, si se rompe, tendrás que empezar todo de nuevo. Después que hayas encendido todas las velas y estén quemándose fuertemente, tu cerco de protección está levantado. Ahora ya estás listo para pasar a la convocación real.
Lo primero es llamar la atención del Diablo y demostrar determinación a través de un tipo de sacrilegio en el espacio sagrado. Colocar un crucifijo o una cruz invertida es bastante convencional, pero no es la única opción. Por ejemplo, supe de un chico que rasgó una pintura de Jesús que colgaba en la iglesia dominical.
Después de hacer esta ofensa, cierra cualquier puerta y apaga todas las luces, que el espacio quede iluminado sólo por velas. Mira en el interior del espejo de forma profunda, concentrándote en tu objetivo, hablar con el Diablo. No necesitas recitar conjuros y versos en latín, basta con ver al espejo y desear profundamente que aparezca el Diablo. Transcurridos unos instantes, cuando te sientas listo, cierra los ojos y cuenta hasta diez. 1, 2, 3, 4, 5, 6, 7, 8, 9, 10. A continuación, abre los ojos.
Si todo salió bien, ya no estarás viendo tu propio reflejo. Ahora verás al Diablo… o por lo menos, la forma en que él decidió adoptar para presentarse ante ti.
Desde luego, no aparecerá de color rojo, con piernas de carnero y sombrero, no, él no usará su imagen.
La única cosa que realmente da miedo son sus ojos, no importa lo mucho que lo intente, nunca puede ocultar un profundo brillo siniestro que surge de su interior, una mirada maléfica y siniestra, como los ojos de una araña contemplando a una mosca luchar en su red. Sus ojos abundan de confianza y carecen de la más mínima piedad. No le mires demasiado o comenzarás a sentirte indefenso y paralizado por el miedo hasta que pierdas la esperanza y las ganas de vivir.
Probablemente te quedarás allí, de pie y mirándolo en un estado de shock durante unos momentos, en seguida, él iniciará la conversación preguntando qué quieres de él. Si tienes el suficiente juicio para formar una frase coherente, debes responder algo como: “Me gustaría desafiarlo en un juego de preguntas y respuestas.”
Incluso si las palabras no son exactamente de esa forma, él sabrá lo que quieres decir, y aceptará tu solicitud con una amplia sonrisa, como un depredador que asegura a su presa. Practica este juego desde hace mucho tiempo y es bueno en eso. Por el contrario, la mayoría de los seres humanos son muy malos para ello. Como mínimo esto le dará una oportunidad de jugar con tu mente y en el peor de los casos… bueno, dejemos eso para el final, cuando explique la “letanía de porquería que puede salir mal“. Tendrás que jugar con inteligencia para justificar sus expectativas.
Las reglas generales del juego son bastante simples, apenas unas cuantas advertencias que de no tomar en cuenta pueden tornar las cosas muy mal. Comenzará haciéndote una pregunta. Puede ser sobre cualquier cosa, desde una adivinanza oscura e irresoluta hasta una simple pregunta que cualquier niño sea capaz de responder. No te preocupes, no caerás en las profundidades del infierno por responder de forma incorrecta, de hecho, él tendrá el detalle de indicarte si tu respuesta es correcta o no.
Después de responder a su pregunta, puedes hacer una pregunta a cambio. Es aquí cuando las consecuencias de tu respuesta anterior tienen efecto. Si respondiste correctamente a la última pregunta, él contestará a tu pregunta de la forma más honesta y con mucha claridad. Sin embargo, si tu respuesta fue incorrecta, él es libre de mentir de la manera que más le convenga. Si le has preguntado algo que tal vez es mejor no saber, tal vez te diga la verdad para jugar con tu mente. Lo más probable es que te alimente de un montón de mentiras dañinas. De cualquier forma, luego de que te responda, hará otra pregunta, y el proceso se repetirá una y otra vez hasta que decidas terminarlo.
Ahora mismo debes estar pensando que es muy sencillo conseguir la información que necesitas… todo lo que tienes que hacer es esperar una pregunta que puedas contestar correctamente, y en seguida, tomar la oportunidad de preguntarle lo que realmente quieres saber, ignorando todo lo que él ya dijo.
Bueno, no es tan simple. El diablo nunca te hará una pregunta tan fácil de la que puedas estar completamente seguro de la respuesta.
Puede hacerte una pregunta sobre la que posees un vago conocimiento y sobre la que crees saber la respuesta, pero de la que no estás tan confiado… te obligará a adivinar la respuesta y a obsesionarte por la siguiente pregunta que le vas a hacer, sin saber si puedes o no confiar en su respuesta. Tal vez creas que lo que dijo fue mentira, entonces te verás eternamente consumido por la duda, tal vez no consiga convencerte de que estás en un error, o tal vez, tendrás que hacer una gran elección basada en la información que te ha proporcionado y serás eternamente atormentado por el miedo y la indecisión que percibes en tu destino.
(Nunca recordarás las preguntas exactas que el Diablo te hizo, pues entonces podrías correr a casa, corroborarlas y saber dónde te mintió)
O tal vez, en lugar de poner a prueba tus conocimientos, él te preguntará algo personal, algo que hiciste y que solo sabes tú. Él te conoce más que tú mismo. Responderás pensando que estás diciendo la absoluta verdad y que estás en la correcto (“No, yo no lastimé a mi hermana”… “¡Sí, me gustaría devolver la cartera a su dueño!“) Como ya he dicho, él te conoce mejor que tú mismo. Él sabe mejor que tú que estás mintiendo y te mentira a cambio. Y creerás en él. Creerás en él hasta el punto de que ya no seas capaz de engañarte a ti mismo, aquí probablemente ya sea demasiado tarde…
O tal vez… tal vez nunca te dé la oportunidad de obtener una respuesta precisa. Tal vez te haga una serie de preguntas imposibles, volviéndote aún más frustrado y desanimado a sabiendas que nunca serás capaz de obligarlo a decir la verdad. Preguntas como:
“¿Cuál era la altura exacta del monte Everest en centímetros en el año 1666?” O “¿Cuál es la velocidad máxima que una golondrina albina ha alcanzado?”
Hay un par de estrategias particulares para desviar este tipo de preguntas, sin embargo, las reglas y las líneas de acción hacen que el juego se torne más interesante. Aunque con toda honestidad, probablemente el desee que pruebes alguna de estas dos opciones.
La primera opción es que le plantees una adivinanza o un acertijo. Si de alguna manera te las arreglas para desafiarlo y que te conteste de forma incorrecta o desiste, él se verá obligado a darte una respuesta verdadera a tu siguiente pregunta. Si responde correctamente a la adivinanza, de nuevo, no te preocupes, no te atacará ni te arrastrará al infierno. Lo que sucederá es que él va a tener un “pase”, que le permitirá saltarse una respuesta a la que tendría que contestar con la verdad.
De verdad, si él llega a conseguir un pase, así como tú, simplemente puedes renunciar y abandonar el juego justo ahí. Se vuelve casi imposible determinar cuándo está diciendo la verdad, incluso en las mejores condiciones. No hay forma. Olvídalo.
La segunda opción es que lleves a cabo un “desafío” que él te proponga. Si aceptas te comprometes a responder a la siguiente pregunta con la verdad. Si no aceptas, él tendrá derecho a otro “pase”.
Ahora, antes de enloquecer y rechazar su desafío, tienes que saber que no te pedirá algo demasiado malo, como explotar las torres gemelas, llevar a cabo una masacre en un cine o incendiar alguna discoteca. Como regla general, nadie está dispuesto a tomar la vida de otra persona con el fin de obtener una respuesta. Sin embargo, el desafío no será fácil, va a ser algo así como enfrentar a tu mayor temor, terminar una relación con alguien a quien amas, humillarte en público… en fin, todas estas cosas y mucho más que no serías capaz de imaginar, todo eso forma parte del juego.
Si estás tan desesperado como para ponerte a su disposición… entonces tendrás tu respuesta. Sin embargo, si consigue plantearte una cosa que sabes no harás… una vez más, eres libre para abandonar el juego.
Y una última cosa, no se puede aceptar un desafío y luego retractarse. Si aceptas el desafío, y luego no lo llevas a cabo, bueno, sólo diremos que habrá consecuencias. Tienes que mantener la promesa, no importa lo que haya sido. Confía en mí, es mejor así.
Por último, cuando finalmente consigas la información que necesitabas o cuando hayas desistido, puedes terminar el ritual, simplemente tienes que agradecer al Diablo por aceptar su solicitud, haciendo una reverencia cortes y darle el adiós.
La superficie del espejo temblará un momento, y luego volverás a ver tu reflejo. Hasta que estés seguro de que tus propios ojos sean los que ves en el espejo date la vuelta, enciende las luces y deshazte de todo.
Ahora, esto es muy importante, incluso si no han obtenido la información deseada, debes poner fin a la conversación antes de transcurridos 66 minutos. Bueno, supongo que técnicamente, tienes 66 minutos y 6 segundos (por cliché, ¿no?), pero si te lo tomaste en serio, recuerda que no has llevado ningún reloj ni artículo de cronometraje, por lo que de todos modos estarás equivocado. Creo que no necesito hacer énfasis en lo importante que es este tiempo y porque no debería ser superior. Te diré la razón al final, pero espera, no vayas allí… Todavía tengo algunos consejos importantes sobre cómo jugar:
1. Ten mucho cuidado con el tipo de información personal que le revelarás. Trata de no hablar de ti mismo, especialmente de tus emociones y problemas. El Diablo conoce la psicología humana como la palma de su mano y la usará para entrar en tu mente. Es como hablar con Hannibal Lecter. Si te hace una pregunta personal, no dudes en mentir, ten calma que ya habrá otras preguntas.
2. Procura que el juego vaya rápido, puede distraerte contándote cosas sobre la humanidad y cosas sorprendentes, pero su objetivo es que el tiempo corra, no estires tus respuestas, ni trates de explicar el porqué de las mismas. Esto no es sólo una pérdida de tiempo valioso, sino también una gran oportunidad para jugar con tu mente.
3. Si decides hacerle una adivinanza, utiliza una que hayas creado tú mismo. Asegurarte de que el acertijo nunca haya sido escrito en ningún lugar, desde las páginas de “El Hobbit” a las páginas de tu propio cuaderno.
Dicho esto, debe ser un acertijo legítimo con una cierta holgura de respuesta lógica.
Tampoco le puedes hacer una pregunta como “¿Qué tengo en mis bolsillos?” (Aunque probablemente lo sepa). No hay reglas establecidas para determinar si el acertijo tiene sentido o no. Pero eres un ser humano razonable, por favor, por el amor de porquería, utiliza el buen sentido.
4. Si optaste por aceptar su desafío, hay una pequeña posibilidad de que el Diablo te pida algo aparentemente sencillo como entregar una carta o garabatear un número de teléfono en una puerta de un baño público. Si te pide algo como eso, no aceptes. Seguramente está tramando un plan siniestro, responsable por arruinar un montón de vidas y perjudicar a mucha gente. Tal vez eres el tipo de persona al que no le importa garabatear el número de teléfono de algún desconocido… pero al menos, sé consiente de lo que estás haciendo.
5. Por último, pero no menos importante, ten conciencia del tiempo. Puede ser útil hacer una práctica con antelación para tener en mente cuanto tiempo es una hora sin utilizar un reloj. El Diablo posiblemente te dará largas e intentará discutir cosas fuera de tu interés, acercándose al límite de 66 minutos, comenzará a distraerte y a mantenerte ocupado hasta que sea demasiado tarde. Te retendrá, alimentando falsas esperanzas, y haciéndote creer que está a punto de decir algo importante, te mantendrá pensando: “sólo unos minutos… casi estoy ahí”. No caigas en la trampa. No excedas el límite de tiempo. No importa lo que él diga.
Ahora debes estar pensando que este juego no es tan peligroso… las amenazas de daño psicológico raramente parecen tener el mismo peso que las amenazas de daños físicos, incluso si los costos a menudo son superiores. Odio ser un aguafiestas, pero el juego está lejos de ser seguro. Hay infinitas maneras de herirte físicamente manipulando tu mente. Y es con las consecuencias con lo que voy a concluir.
Primero, mientras estés hablando con el Diablo, asegúrate de nunca dejar de mirar al espejo. Sin duda, intentará varios trucos para tratar de escapar… escucharas ruidos, sentirás que alguien te mira, una sensación de que alguien te está respirando en el cuello, verás fantasmas oscuros retorciéndose en las profundidades del espejo. Un profundo silencio interrumpido por un golpe agudo atrás de tu cabeza, que te dará uno de los peores sustos. El Diablo incluso puede mirar atrás de ti, como si estuviera viendo algo tan malo que su rostro lo manifiesta con una expresión de horror. Todo lo que tienes que saber es que él está fingiendo, y que no debes voltear para perderlo de vista ni siquiera por un segundo. Si lo haces, cuando vuelvas a ver al espejo, te darás cuenta de que ya ha salido.
Y no se habrá ido. Él estará fuera del espejo. En la habitación. Con su verdadera forma. Contigo
Tu cuerpo será encontrado por la policía a la mañana siguiente, con la piel blancuzca, con los ojos llenos de horror y escurriendo un líquido negro de tus orbitas. Lo mismo ocurre si rompes la protección que hiciste durante el ritual, si se rompe el círculo de sal, el hilo rojo o tiras algunas de las velas… cualquiera de estas cosas lo liberará del espejo, y entonces serás visto como un adicto que intentó jugar con cosas malignas… nadie sentirá tu falta.
Otra cosa que puede ocurrir en cualquier punto del juego (probablemente después de una larga serie de preguntas imposibles), el Diablo empezará a hacer preguntas aparentemente simples, como: “¿Cuál es tu nombre completo?”. Y pensarás. “Vaya, por fin una pregunta que puedo responder, en este momento voy a tener la respuesta que necesito” No le digas tu nombre. Los nombres tienen más valor del que imaginas, aunque, por supuesto, el diablo sabe tu nombre completo, es como invitar a un vampiro a entrar a tu casa. Tu nombre es un sinónimo de ti mismo, darle el nombre, es como si le estuvieras entregando tu alma.
Si has sido lo suficientemente tonto como para cometer este error, todas las protecciones habrán sido en vano, el aprovechará tu oferta involuntaria y con alegría maliciosa robará tu alma, llevándote con él a las profundidades del infierno.
Por lo menos, de esta forma, la policía encontrará un cuerpo irreconocible.
Por último, pero no menos importante, queda pendiente la cuestión de lo que sucede si pasas el límite de tiempo. Esto, sin duda, es lo peor que puedes hacer. No pensarás que es así al inicio… el Diablo no te dará ningún indicio de que así fue, de hecho, si superas el límite de tiempo puedes terminar el ritual como si nada hubiera salido mal. Quizá la imagen del diablo en el espejo tiemble y cambie de forma, verás una sonrisa triunfal particularmente desagradable en su cara, pero eso será fácilmente descartado por tu imaginación. Apagaras las velas, encenderás las luces y recogerás tus cosas. Pero al abrir la puerta, verás… nada.
Así es, nada. Sólo un vacío blanco y llano que se extiende infinitamente en todas las direcciones. Solamente la habitación que se reflejó en el espejo existirá.
Por cierto, si vuelves a mirar al espejo nuevamente, puedes echarle una última mirada a tu propio reflejo.
Como ya debes haber descubierto, ni siquiera estás en la iglesia. Tu alma ahora está atrapada en el espejo, y el Diablo se tomó la libertad de disponer de tu cuerpo ahora que ya no lo vas a utilizar.
Puedes gritar, golpear el vidrio, pero nunca lograrás salir por tu cuenta y ningún exorcismo podrá ayudarte. Pero no te preocupes, no es como estar en el infierno… Al menos, no necesariamente.
Ahora te has convertido en una entidad de propiedades puramente mentales, y como tal, las barreras de lo real y lo imaginario se han disuelto por completo. Este espacio vacío en blanco puede ser llenado con la ira, la tristeza y el temor de estar atrapado, esas emociones comenzarán a aglutinarse, ganando forma gracias a tu mente. Si no tienes demasiada imaginación, las criaturas no serán terribles, no serás capaz de infringirte mucho horror y dolor. Con el tiempo, puedes ser capar de aprender a deshacerte de estas cosas.
Sin embargo, si tu espíritu ya era perseguido por monstruos… tu mente creativa se verá distorsionada, creando verdaderos horrores con hambre de tu miedo y sufrimiento. Se negarán a ser expulsados de tu mundo, y lo único que puedes hacer es gritar mientras te ves atrapado en bucle sin fin de dolor y miedo.
Está demás decir que si eres un visitante habitual de un sitio como este (sobre todo los jueves), estás en verdaderos problemas.
Sólo hay una manera de liberarte del espejo y el mundo que has creado. Dicen que si llamas al Diablo una vez más y le pides que te libere del espejo, él estará dispuesto a hacerlo.
Por un pequeño precio, por supuesto.
Quién sabe, si tu imaginación es lo suficientemente poderosa como para crear un infierno personal que te ha dejado suplicando por algo real, quizá estos talentos puedan ser aprovechados. Hay más de siete mil millones de personas en el mundo, y después de todo, incluso el mismo Diablo es incapaz de jugar con las mentes de todos al mismo tiempo.
Alguien talentoso y dispuesto a ayudar siempre es bienvenido.
Por supuesto, la consecuencia de haberte quedado atrapado en el espejo es que el diablo puede hacer lo que quiera con tu cuerpo cada vez que así lo disponga. Pero cuando no lo está utilizando tu cuerpo es dado por muerto, entonces él necesita a alguien que lo controle.
¿Comienzas a entender por qué creo que esta es la peor consecuencia?
Claro que nunca le tocará ni un pelo a un ser querido, en vez de eso hará algo más sutil. Como dejar un paquete misterioso en alguna parte peligrosa de la ciudad. O susurrar ciertas palabras en el oído de una joven rubia distraída esperando el tren de las diez de la noche.
O tal vez aprovechará la influencia que tiene la persona para interesar a otros en este juego de azar. Tal vez necesite de nuevos retoños a los que les gusten los “desafíos”. O incluso llegue a escribir una guía rápida, en lenguaje moderno, en algún sitio web que suele hablar de estas cosas comúnmente… y ver cómo muchas personas se ven interesadas.
Tal vez no deberías haber llegado hasta aquí. Pero si realmente has venido hasta este lugar sin saltarte una parte, ni siquiera te atreverás a mirarte en un espejo, ¿verdad, querido lector? Estoy seguro de que hay un montón de intrépidos aventureros entre ustedes con preguntas importantes sobre las que desean obtener las respuestas.
Y por supuesto que eres inteligente. Conoces las trampas, sabes las reglas, vives y respiras este tipo de cosas, ¿no? No hay manera de que te puedes perder este juego ¿verdad? No eres ningún jugador principiante, después de todo, estarías llevando esto a un nuevo nivel de competencia.
¿Pero será suficiente para detenerte? Estas historias son creadas con el fin de entretener, no para educar, ¿estamos? Deberías llevar a cabo esto única y exclusivamente si estás interesado en algo que tenga el Diablo. Técnicamente, si haces todo correcto, hay buenas probabilidades de que salgas ileso de este juego.
Esto me lleva a un punto de aclaración que debe hacerse. Este no es un manual para hacer cualquier tipo de negociación barata, ya sabes, como venderle el alma. Si llegas a hacerle esta propuesta durante la conversación, seguro lo rechazará.
Tu alma no tiene nada especial, si has llegado hasta el punto de venderla, ¿Qué te hace pensar que a él le interesaría el alma de un fracasado? No voy a explicar puntualmente lo peligroso que puede resultar esa propuesta, pero si estás dispuesto a asumir las consecuencias, puedes intentarlo. Más ciertamente eso solo mermará la capacidad de entablar una conversación con él.
Esto plantea una cuestión importante: ¿por qué exactamente te gustaría hablar con el Diablo? (algunos de ustedes posiblemente solo quieran entablar una conversación con una entidad oculta extremadamente peligrosa, pero por el bien de la raza humana, espero que la mayoría no haga algo tan estúpido.)
La respuesta corta es: El sabe cosas. Cosas que algunos de ustedes tendrían un profundo interés en conocer. Y con esto no quiero decir que sea omnisciente o algo por el estilo, a fin de cuentas: él no es Dios. Pero indudablemente posee una ventaja sobre el conocimiento del mundo sobrenatural que ningún ser humano sería capaz de adquirir.
Por ejemplo, probablemente sería incapaz de decir cuando sucederá la próxima guerra mundial, cosa que ningún ser humano sabe. Pero él bien podría decir los siguientes números ganadores en la lotería, o informarte sobre una enfermedad no diagnosticada que afecte a un ser querido.
Por supuesto que no va por ahí dando los números ganadores de la lotería a cualquier persona que se los pida. Y nunca va a confiar a cualquiera una información que represente un gran poder, recordemos que él es el padre de la mentira. Sin embargo, si realmente estás decidido a encontrar o saber algo y ya has agotado todas las demás opciones, hay una manera de tratar de obtener información precisa sobre los que desees. Así como tantos otros villanos “más urbanos” de la cultura popular, el Diablo se vuelve irresistible ante los juegos de azar.
Y la razón por la que le encantan es porque casi siempre gana. Pero si estás lo suficientemente decidido como para hacer frente a los riegos e ir contra probabilidades infinitesimales, hay un determinado juego que ambos podrían jugar para obtener la información que necesitas.
Voy a explicarte todo lo que sé. Empezaremos con una descripción del proceso de invocación, a continuación, explicare las reglas del juego, algunos consejos de cómo jugar, y por último, por supuesto, la inevitable letanía de porquería arcana que puede salir mal.
Para ponerse en contacto con este interlocutor, precisas de ir hasta una iglesia a medianoche. No importa qué tipo de iglesia sea (grande o pequeña, vieja o nueva, liberal o conservadora), asegúrate de que esté vacía. La última cosa que queremos es que algún predicador nos vea hablando con el Diablo. En realidad, este proceso puede hacerse en cualquier sitio, después explicaré por qué la iglesia es la mejor opción.
Y también se puede hacer cualquier día, pero funciona mejor los días de luna nueva o luna llena, los viernes 13 o bajo la Luna del Día de Brujas… la fecha en realidad no importa, siempre y cuando no seas tan estúpido como para tratar de hacerlo en un día sagrado como la Navidad.
Al contrario de la fecha, la hora es muy importante. Se tiene que empezar o terminar el ritual exactamente a la medianoche, pero como regla general es mejor comenzar a preparar todo unos diez o quince minutos después, si lo estás haciendo en la casa de Dios, recuerda que debes asegurarte que no haya nadie en el lugar y en caso de dudas lo mejor es bloquear todos los accesos, queremos el sitio VACÍO, ¿entiendes?
Naturalmente hay algunos elementos que necesitas llevar y otros que estás estrictamente prohibido a portar. Para este ritual necesitas:
- Un bote completo de sal – quizá no la vayas a utilizar toda, pero siemprmie es mejor tener más de lo necesario.
- Siete velas, rojas o blancas de preferencia.
- Algo para encender las velas. En serio, te sorprenderías de cuántas veces la gente se olvida de que, en los rituales de ocultismo, las velas no se encienden solas.
- Un trozo de hilo rojo.
- Un espejo grande, como los de las puertas de los armarios. En algunas iglesias suelen tener uno en el altar, pero por si acaso, lleva uno propio.
Está prohibido portar cualquier tipo de dispositivo electrónico o de cronometraje. Esto incluye teléfonos celulares, tabletas, reproductores de mp3, PDA, calculadoras, relojes de pulsera, relojes de bolsillo, relojes de cocina, relojes de arena, etc., etc., etc. (De verdad, no lo lleves).
Si eres una de esas personas a la que le han implantado un dispositivo en el cerebro, el corazón o cualquier dispositivo de audición, no te preocupes, puedes continuar. Si has llevado una linterna (útil para hacerte camino sin llamar demasiado la atención), también déjala en el exterior.
Además, no lleves ningún tipo de parafernalia religiosa para protegerte. Si estás utilizando cualquier tipo de símbolo sagrado, el Diablo simplemente se negará a aparecer.
No te preocupes, ¿recuerdas que mencioné que la iglesia era la mejor opción? Bueno, esto es lo único que puede protegerte. Si quieres correr el riesgo de quedar desamparado a merced del Diablo, está en ti probar esta teoría, siéntete libre de experimentar. Sin embargo, para cualquier persona, sin el deseo de morir de la forma más terrible, recomiendo seguir el ritual de la siguiente manera:
Una vez que te asegures de tener todos los elementos contigo, entra en la iglesia y ubica un lugar para instalarte. Esto se puede hacer en cualquier lugar del santuario, como en la cocina, en el lavadero o incluso en un baño, siempre que tengas una cantidad suficiente de espacio abierto y te asegures de que nadie te moleste. Primero instala el espejo, aquí es donde aparecerá el diablo cuando lo llames.
Coloca el espejo de pie dentro de un círculo de sal. Si el espejo se encuentra en una puerta o en alguna pared haz un semicírculo, asegurándote de que la sal toque la pared en ambos extremos. Luego envuelve el hilo rojo alrededor del espejo varias veces. El color rojo es un símbolo de protección en el folclore de muchas culturas y religiones. También es por eso que llevamos velas rojas.
Hablando de las velas, colócalas fuera del círculo (o semicírculo) de sal, espaciadas a intervalos más o menos iguales. No es necesario que midas los espacios con cinta métrica, pero al menos intenta hacer algo decente. Enciende las velas en sentido horario, teniendo cuidado de no abrir el circulo de sal, si se rompe, tendrás que empezar todo de nuevo. Después que hayas encendido todas las velas y estén quemándose fuertemente, tu cerco de protección está levantado. Ahora ya estás listo para pasar a la convocación real.
Lo primero es llamar la atención del Diablo y demostrar determinación a través de un tipo de sacrilegio en el espacio sagrado. Colocar un crucifijo o una cruz invertida es bastante convencional, pero no es la única opción. Por ejemplo, supe de un chico que rasgó una pintura de Jesús que colgaba en la iglesia dominical.
Después de hacer esta ofensa, cierra cualquier puerta y apaga todas las luces, que el espacio quede iluminado sólo por velas. Mira en el interior del espejo de forma profunda, concentrándote en tu objetivo, hablar con el Diablo. No necesitas recitar conjuros y versos en latín, basta con ver al espejo y desear profundamente que aparezca el Diablo. Transcurridos unos instantes, cuando te sientas listo, cierra los ojos y cuenta hasta diez. 1, 2, 3, 4, 5, 6, 7, 8, 9, 10. A continuación, abre los ojos.
Si todo salió bien, ya no estarás viendo tu propio reflejo. Ahora verás al Diablo… o por lo menos, la forma en que él decidió adoptar para presentarse ante ti.
Desde luego, no aparecerá de color rojo, con piernas de carnero y sombrero, no, él no usará su imagen.
La única cosa que realmente da miedo son sus ojos, no importa lo mucho que lo intente, nunca puede ocultar un profundo brillo siniestro que surge de su interior, una mirada maléfica y siniestra, como los ojos de una araña contemplando a una mosca luchar en su red. Sus ojos abundan de confianza y carecen de la más mínima piedad. No le mires demasiado o comenzarás a sentirte indefenso y paralizado por el miedo hasta que pierdas la esperanza y las ganas de vivir.
Probablemente te quedarás allí, de pie y mirándolo en un estado de shock durante unos momentos, en seguida, él iniciará la conversación preguntando qué quieres de él. Si tienes el suficiente juicio para formar una frase coherente, debes responder algo como: “Me gustaría desafiarlo en un juego de preguntas y respuestas.”
Incluso si las palabras no son exactamente de esa forma, él sabrá lo que quieres decir, y aceptará tu solicitud con una amplia sonrisa, como un depredador que asegura a su presa. Practica este juego desde hace mucho tiempo y es bueno en eso. Por el contrario, la mayoría de los seres humanos son muy malos para ello. Como mínimo esto le dará una oportunidad de jugar con tu mente y en el peor de los casos… bueno, dejemos eso para el final, cuando explique la “letanía de porquería que puede salir mal“. Tendrás que jugar con inteligencia para justificar sus expectativas.
Las reglas generales del juego son bastante simples, apenas unas cuantas advertencias que de no tomar en cuenta pueden tornar las cosas muy mal. Comenzará haciéndote una pregunta. Puede ser sobre cualquier cosa, desde una adivinanza oscura e irresoluta hasta una simple pregunta que cualquier niño sea capaz de responder. No te preocupes, no caerás en las profundidades del infierno por responder de forma incorrecta, de hecho, él tendrá el detalle de indicarte si tu respuesta es correcta o no.
Después de responder a su pregunta, puedes hacer una pregunta a cambio. Es aquí cuando las consecuencias de tu respuesta anterior tienen efecto. Si respondiste correctamente a la última pregunta, él contestará a tu pregunta de la forma más honesta y con mucha claridad. Sin embargo, si tu respuesta fue incorrecta, él es libre de mentir de la manera que más le convenga. Si le has preguntado algo que tal vez es mejor no saber, tal vez te diga la verdad para jugar con tu mente. Lo más probable es que te alimente de un montón de mentiras dañinas. De cualquier forma, luego de que te responda, hará otra pregunta, y el proceso se repetirá una y otra vez hasta que decidas terminarlo.
Ahora mismo debes estar pensando que es muy sencillo conseguir la información que necesitas… todo lo que tienes que hacer es esperar una pregunta que puedas contestar correctamente, y en seguida, tomar la oportunidad de preguntarle lo que realmente quieres saber, ignorando todo lo que él ya dijo.
Bueno, no es tan simple. El diablo nunca te hará una pregunta tan fácil de la que puedas estar completamente seguro de la respuesta.
Puede hacerte una pregunta sobre la que posees un vago conocimiento y sobre la que crees saber la respuesta, pero de la que no estás tan confiado… te obligará a adivinar la respuesta y a obsesionarte por la siguiente pregunta que le vas a hacer, sin saber si puedes o no confiar en su respuesta. Tal vez creas que lo que dijo fue mentira, entonces te verás eternamente consumido por la duda, tal vez no consiga convencerte de que estás en un error, o tal vez, tendrás que hacer una gran elección basada en la información que te ha proporcionado y serás eternamente atormentado por el miedo y la indecisión que percibes en tu destino.
(Nunca recordarás las preguntas exactas que el Diablo te hizo, pues entonces podrías correr a casa, corroborarlas y saber dónde te mintió)
O tal vez, en lugar de poner a prueba tus conocimientos, él te preguntará algo personal, algo que hiciste y que solo sabes tú. Él te conoce más que tú mismo. Responderás pensando que estás diciendo la absoluta verdad y que estás en la correcto (“No, yo no lastimé a mi hermana”… “¡Sí, me gustaría devolver la cartera a su dueño!“) Como ya he dicho, él te conoce mejor que tú mismo. Él sabe mejor que tú que estás mintiendo y te mentira a cambio. Y creerás en él. Creerás en él hasta el punto de que ya no seas capaz de engañarte a ti mismo, aquí probablemente ya sea demasiado tarde…
O tal vez… tal vez nunca te dé la oportunidad de obtener una respuesta precisa. Tal vez te haga una serie de preguntas imposibles, volviéndote aún más frustrado y desanimado a sabiendas que nunca serás capaz de obligarlo a decir la verdad. Preguntas como:
“¿Cuál era la altura exacta del monte Everest en centímetros en el año 1666?” O “¿Cuál es la velocidad máxima que una golondrina albina ha alcanzado?”
Hay un par de estrategias particulares para desviar este tipo de preguntas, sin embargo, las reglas y las líneas de acción hacen que el juego se torne más interesante. Aunque con toda honestidad, probablemente el desee que pruebes alguna de estas dos opciones.
La primera opción es que le plantees una adivinanza o un acertijo. Si de alguna manera te las arreglas para desafiarlo y que te conteste de forma incorrecta o desiste, él se verá obligado a darte una respuesta verdadera a tu siguiente pregunta. Si responde correctamente a la adivinanza, de nuevo, no te preocupes, no te atacará ni te arrastrará al infierno. Lo que sucederá es que él va a tener un “pase”, que le permitirá saltarse una respuesta a la que tendría que contestar con la verdad.
De verdad, si él llega a conseguir un pase, así como tú, simplemente puedes renunciar y abandonar el juego justo ahí. Se vuelve casi imposible determinar cuándo está diciendo la verdad, incluso en las mejores condiciones. No hay forma. Olvídalo.
La segunda opción es que lleves a cabo un “desafío” que él te proponga. Si aceptas te comprometes a responder a la siguiente pregunta con la verdad. Si no aceptas, él tendrá derecho a otro “pase”.
Ahora, antes de enloquecer y rechazar su desafío, tienes que saber que no te pedirá algo demasiado malo, como explotar las torres gemelas, llevar a cabo una masacre en un cine o incendiar alguna discoteca. Como regla general, nadie está dispuesto a tomar la vida de otra persona con el fin de obtener una respuesta. Sin embargo, el desafío no será fácil, va a ser algo así como enfrentar a tu mayor temor, terminar una relación con alguien a quien amas, humillarte en público… en fin, todas estas cosas y mucho más que no serías capaz de imaginar, todo eso forma parte del juego.
Si estás tan desesperado como para ponerte a su disposición… entonces tendrás tu respuesta. Sin embargo, si consigue plantearte una cosa que sabes no harás… una vez más, eres libre para abandonar el juego.
Y una última cosa, no se puede aceptar un desafío y luego retractarse. Si aceptas el desafío, y luego no lo llevas a cabo, bueno, sólo diremos que habrá consecuencias. Tienes que mantener la promesa, no importa lo que haya sido. Confía en mí, es mejor así.
Por último, cuando finalmente consigas la información que necesitabas o cuando hayas desistido, puedes terminar el ritual, simplemente tienes que agradecer al Diablo por aceptar su solicitud, haciendo una reverencia cortes y darle el adiós.
La superficie del espejo temblará un momento, y luego volverás a ver tu reflejo. Hasta que estés seguro de que tus propios ojos sean los que ves en el espejo date la vuelta, enciende las luces y deshazte de todo.
Ahora, esto es muy importante, incluso si no han obtenido la información deseada, debes poner fin a la conversación antes de transcurridos 66 minutos. Bueno, supongo que técnicamente, tienes 66 minutos y 6 segundos (por cliché, ¿no?), pero si te lo tomaste en serio, recuerda que no has llevado ningún reloj ni artículo de cronometraje, por lo que de todos modos estarás equivocado. Creo que no necesito hacer énfasis en lo importante que es este tiempo y porque no debería ser superior. Te diré la razón al final, pero espera, no vayas allí… Todavía tengo algunos consejos importantes sobre cómo jugar:
1. Ten mucho cuidado con el tipo de información personal que le revelarás. Trata de no hablar de ti mismo, especialmente de tus emociones y problemas. El Diablo conoce la psicología humana como la palma de su mano y la usará para entrar en tu mente. Es como hablar con Hannibal Lecter. Si te hace una pregunta personal, no dudes en mentir, ten calma que ya habrá otras preguntas.
2. Procura que el juego vaya rápido, puede distraerte contándote cosas sobre la humanidad y cosas sorprendentes, pero su objetivo es que el tiempo corra, no estires tus respuestas, ni trates de explicar el porqué de las mismas. Esto no es sólo una pérdida de tiempo valioso, sino también una gran oportunidad para jugar con tu mente.
3. Si decides hacerle una adivinanza, utiliza una que hayas creado tú mismo. Asegurarte de que el acertijo nunca haya sido escrito en ningún lugar, desde las páginas de “El Hobbit” a las páginas de tu propio cuaderno.
Dicho esto, debe ser un acertijo legítimo con una cierta holgura de respuesta lógica.
Tampoco le puedes hacer una pregunta como “¿Qué tengo en mis bolsillos?” (Aunque probablemente lo sepa). No hay reglas establecidas para determinar si el acertijo tiene sentido o no. Pero eres un ser humano razonable, por favor, por el amor de porquería, utiliza el buen sentido.
4. Si optaste por aceptar su desafío, hay una pequeña posibilidad de que el Diablo te pida algo aparentemente sencillo como entregar una carta o garabatear un número de teléfono en una puerta de un baño público. Si te pide algo como eso, no aceptes. Seguramente está tramando un plan siniestro, responsable por arruinar un montón de vidas y perjudicar a mucha gente. Tal vez eres el tipo de persona al que no le importa garabatear el número de teléfono de algún desconocido… pero al menos, sé consiente de lo que estás haciendo.
5. Por último, pero no menos importante, ten conciencia del tiempo. Puede ser útil hacer una práctica con antelación para tener en mente cuanto tiempo es una hora sin utilizar un reloj. El Diablo posiblemente te dará largas e intentará discutir cosas fuera de tu interés, acercándose al límite de 66 minutos, comenzará a distraerte y a mantenerte ocupado hasta que sea demasiado tarde. Te retendrá, alimentando falsas esperanzas, y haciéndote creer que está a punto de decir algo importante, te mantendrá pensando: “sólo unos minutos… casi estoy ahí”. No caigas en la trampa. No excedas el límite de tiempo. No importa lo que él diga.
Ahora debes estar pensando que este juego no es tan peligroso… las amenazas de daño psicológico raramente parecen tener el mismo peso que las amenazas de daños físicos, incluso si los costos a menudo son superiores. Odio ser un aguafiestas, pero el juego está lejos de ser seguro. Hay infinitas maneras de herirte físicamente manipulando tu mente. Y es con las consecuencias con lo que voy a concluir.
Primero, mientras estés hablando con el Diablo, asegúrate de nunca dejar de mirar al espejo. Sin duda, intentará varios trucos para tratar de escapar… escucharas ruidos, sentirás que alguien te mira, una sensación de que alguien te está respirando en el cuello, verás fantasmas oscuros retorciéndose en las profundidades del espejo. Un profundo silencio interrumpido por un golpe agudo atrás de tu cabeza, que te dará uno de los peores sustos. El Diablo incluso puede mirar atrás de ti, como si estuviera viendo algo tan malo que su rostro lo manifiesta con una expresión de horror. Todo lo que tienes que saber es que él está fingiendo, y que no debes voltear para perderlo de vista ni siquiera por un segundo. Si lo haces, cuando vuelvas a ver al espejo, te darás cuenta de que ya ha salido.
Y no se habrá ido. Él estará fuera del espejo. En la habitación. Con su verdadera forma. Contigo
Tu cuerpo será encontrado por la policía a la mañana siguiente, con la piel blancuzca, con los ojos llenos de horror y escurriendo un líquido negro de tus orbitas. Lo mismo ocurre si rompes la protección que hiciste durante el ritual, si se rompe el círculo de sal, el hilo rojo o tiras algunas de las velas… cualquiera de estas cosas lo liberará del espejo, y entonces serás visto como un adicto que intentó jugar con cosas malignas… nadie sentirá tu falta.
Otra cosa que puede ocurrir en cualquier punto del juego (probablemente después de una larga serie de preguntas imposibles), el Diablo empezará a hacer preguntas aparentemente simples, como: “¿Cuál es tu nombre completo?”. Y pensarás. “Vaya, por fin una pregunta que puedo responder, en este momento voy a tener la respuesta que necesito” No le digas tu nombre. Los nombres tienen más valor del que imaginas, aunque, por supuesto, el diablo sabe tu nombre completo, es como invitar a un vampiro a entrar a tu casa. Tu nombre es un sinónimo de ti mismo, darle el nombre, es como si le estuvieras entregando tu alma.
Si has sido lo suficientemente tonto como para cometer este error, todas las protecciones habrán sido en vano, el aprovechará tu oferta involuntaria y con alegría maliciosa robará tu alma, llevándote con él a las profundidades del infierno.
Por lo menos, de esta forma, la policía encontrará un cuerpo irreconocible.
Por último, pero no menos importante, queda pendiente la cuestión de lo que sucede si pasas el límite de tiempo. Esto, sin duda, es lo peor que puedes hacer. No pensarás que es así al inicio… el Diablo no te dará ningún indicio de que así fue, de hecho, si superas el límite de tiempo puedes terminar el ritual como si nada hubiera salido mal. Quizá la imagen del diablo en el espejo tiemble y cambie de forma, verás una sonrisa triunfal particularmente desagradable en su cara, pero eso será fácilmente descartado por tu imaginación. Apagaras las velas, encenderás las luces y recogerás tus cosas. Pero al abrir la puerta, verás… nada.
Así es, nada. Sólo un vacío blanco y llano que se extiende infinitamente en todas las direcciones. Solamente la habitación que se reflejó en el espejo existirá.
Por cierto, si vuelves a mirar al espejo nuevamente, puedes echarle una última mirada a tu propio reflejo.
Como ya debes haber descubierto, ni siquiera estás en la iglesia. Tu alma ahora está atrapada en el espejo, y el Diablo se tomó la libertad de disponer de tu cuerpo ahora que ya no lo vas a utilizar.
Puedes gritar, golpear el vidrio, pero nunca lograrás salir por tu cuenta y ningún exorcismo podrá ayudarte. Pero no te preocupes, no es como estar en el infierno… Al menos, no necesariamente.
Ahora te has convertido en una entidad de propiedades puramente mentales, y como tal, las barreras de lo real y lo imaginario se han disuelto por completo. Este espacio vacío en blanco puede ser llenado con la ira, la tristeza y el temor de estar atrapado, esas emociones comenzarán a aglutinarse, ganando forma gracias a tu mente. Si no tienes demasiada imaginación, las criaturas no serán terribles, no serás capaz de infringirte mucho horror y dolor. Con el tiempo, puedes ser capar de aprender a deshacerte de estas cosas.
Sin embargo, si tu espíritu ya era perseguido por monstruos… tu mente creativa se verá distorsionada, creando verdaderos horrores con hambre de tu miedo y sufrimiento. Se negarán a ser expulsados de tu mundo, y lo único que puedes hacer es gritar mientras te ves atrapado en bucle sin fin de dolor y miedo.
Está demás decir que si eres un visitante habitual de un sitio como este (sobre todo los jueves), estás en verdaderos problemas.
Sólo hay una manera de liberarte del espejo y el mundo que has creado. Dicen que si llamas al Diablo una vez más y le pides que te libere del espejo, él estará dispuesto a hacerlo.
Por un pequeño precio, por supuesto.
Quién sabe, si tu imaginación es lo suficientemente poderosa como para crear un infierno personal que te ha dejado suplicando por algo real, quizá estos talentos puedan ser aprovechados. Hay más de siete mil millones de personas en el mundo, y después de todo, incluso el mismo Diablo es incapaz de jugar con las mentes de todos al mismo tiempo.
Alguien talentoso y dispuesto a ayudar siempre es bienvenido.
Por supuesto, la consecuencia de haberte quedado atrapado en el espejo es que el diablo puede hacer lo que quiera con tu cuerpo cada vez que así lo disponga. Pero cuando no lo está utilizando tu cuerpo es dado por muerto, entonces él necesita a alguien que lo controle.
¿Comienzas a entender por qué creo que esta es la peor consecuencia?
Claro que nunca le tocará ni un pelo a un ser querido, en vez de eso hará algo más sutil. Como dejar un paquete misterioso en alguna parte peligrosa de la ciudad. O susurrar ciertas palabras en el oído de una joven rubia distraída esperando el tren de las diez de la noche.
O tal vez aprovechará la influencia que tiene la persona para interesar a otros en este juego de azar. Tal vez necesite de nuevos retoños a los que les gusten los “desafíos”. O incluso llegue a escribir una guía rápida, en lenguaje moderno, en algún sitio web que suele hablar de estas cosas comúnmente… y ver cómo muchas personas se ven interesadas.
Tal vez no deberías haber llegado hasta aquí. Pero si realmente has venido hasta este lugar sin saltarte una parte, ni siquiera te atreverás a mirarte en un espejo, ¿verdad, querido lector? Estoy seguro de que hay un montón de intrépidos aventureros entre ustedes con preguntas importantes sobre las que desean obtener las respuestas.
Y por supuesto que eres inteligente. Conoces las trampas, sabes las reglas, vives y respiras este tipo de cosas, ¿no? No hay manera de que te puedes perder este juego ¿verdad? No eres ningún jugador principiante, después de todo, estarías llevando esto a un nuevo nivel de competencia.