Evil Eye Isaac

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Miron
Bakala
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Prólogo: En el principio.
"Tu ojo es la lámpara de tu cuerpo. Si tus ojos están sanos, todo tu cuerpo tendrá luz; pero si tus ojos están malos, todo tu cuerpo estará en oscuridad".
- Mateo 6:22
"Quien con monstruos lucha cuide de no convertirse a su vez en uno".
-Frederich Nietzche
Evil eye se traduce al castellano como "mal de ojo", se trata de una influencia nociva que puede proyectar un individuo a otros a través de la mirada, ésta influencia puede venir en forma de una enfermedad o bien, como un golpe de mala suerte.
Dicha facultad se le ha atribuido a, por ejemplo, el rey español Felipe II o al beato Papa Pío IX; hay quien nace con ésto y hay quienes lo adquieren.
En mi caso es un juego de palabras. Ya lo entenderás.
Nací un martes 6 de agosto de 1996 al mediodía. En el 2014 cumplí 18 años. Procedo de la fría y neblinosa ciudad de Novacruz; cuyo cielo es gris por el terrible Monte Majestad. Dicen que quienes allí vivimos somos igual de fríos, que es un México aparte. Tal vez sólo son exageraciones.
¿Qué más te puedo decir? Que soy tan pecador como tú, claro aunque te lo confieso sin la menor vergüenza que creo en Dios.
¿No crees en Él? Me causas compasión ¿Sientes orgullo por no creer en Él? Qué lástima, te haría bien algo de fe.
Veo que te disgusta la sola mención de la fe. Tal vez se te hagan ridículas esas historias de serpientes parlantes y de Alguien muy importante que resucita al tercer día.
Bueno pues te soy sincero: a mí me enferma el mundo en el que vives.
Sabemos bien tú y yo que éste mundo es repugnante. Pero, malas noticias: el otro mundo es infinitamente peor; tanto que si la humanidad entera lo conociera tendría dos opciones, o enloquecer definitivamente o abrazar con docilidad la fe y sumirse voluntariamente en la piedad y la ignorancia.
¿Crees que soy un santurrón? ¿Un fanático? ¿Un oscurantista?
Que así sea.
Pero eso no quita la idolatría materialista de la ciencia o la frialdad inhumana de la tecnología, la odiosa mundaneidad de la sociedad o la indiferencia blasfema de las religiones hacia el Bien y el Mal.
¿Vez cómo sí que estamos condenados?
Lo más piadoso que le puede ocurrir a éste mundo es que sea devorado por el fuego divino. Ninguno de nosotros merece salvación.
Quizás piensas que soy un anormal porque no soy como tú. Bueno: nunca he sido como los demás y no me siento especial por eso.
Aunque lo dudes alguna vez fui un niño y no me quejo de mi infancia: tuve una excelente tutora que me evitó la escuela y los molestos chiquillos. No he padecido carencias económicas y tuve lo necesario. Jamás necesité ni necesito de amigos.
Mientras duró en éste mundo tuve una familia completa: papá escribía relatos de terror, abuelo me instruía acerca de Dios y la fe y mamá... bueno, ella era toda una artista, un espíritu libre cuyo ego nunca le hizo despertar a la vida real.
... aunque siempre tuve en mi alma un inmenso vacío existencial al no concebir un propósito en la vida, en el mundo, en el plan de Dios.
... Hasta ahora.
Empezaré pues mi historia, el cómo llegué a ser lo que soy.
O más bien: cómo llegué a ser lo que somos.
Paciencia. Lo entenderás.
1.
Es el sábado 24 de diciembre del 2005, tengo 9 años y voy con mamá en el Volvo azul marino de papá.
Estamos en la carretera que conecta Novacruz con el municipio de La Esperanza.
Aunque el cielo es gris luce hermoso. Vamos a los parajes boscosos más allá de la ciudad donde me enseñará acerca de la "madre" naturaleza.
— El abuelo y tu padre —me dice—. Ellos siempre te han dicho que Dios ésto y la Biblia lo otro pero nunca te han hablado de la Naturaleza —estoy en el asiento de atrás, desde el retrovisor miro sus ojos, son claros, hermosos y sensibles, ella continúa:—. Ella es nuestra verdadera madre, corazón; ella nos provee de alimentos, nos da ríos, nos llama a...
— Madre —le digo—. Primeramente tenemos una verdadera madre en el Cielo y, con tu perdón, pero todo eso que mencionas fue y es por voluntad de Dios.
— Bueno sí, corazón pero —pasamos un anuncio de límite de velocidad, un auto gris desde el otro carril nos rebasa—. Yo no creo que sea bueno que te metan tanta religión, Isaac— nota que la observo, debo tener una mirada de sorpresa .
>> Es que no creo que Dios sea castigos ni pecado ni mucho menos que sea la Iglesia.
>> De hecho, creo que por eso mismo se prohíbe todo eso en la ciudad.
— Madre, con todo respeto pero creo que blasfemas.
— No, corazón. Eso te hacen creer. Nosotros hemos nacido para ser libres y vivir con alegría pero la religión llega y nos asusta o ¿te parece bien que le tengas que temer incluso a algo tan hermoso como lo es tu cuerpo? El cuerpo es algo bello y sabio y nos da sensaciones agradables.
— Pero, madre; son las sensaciones agradables las que atan nuestro espíritu al mundo; debemos repudiarlas. Además la belleza del cuerpo es algo que cada quien interpreta a su antojo. El cuerpo es algo tan imperfecto que está sujeto a la muerte por...
— ¡Por el pecado! — está molesta, de algún modo me siento mal por haberla enojado —. Pero eso es mentira, hijo, es la basura de la religión que te han metido papá y tu..., y el abuelo...
Desde el otro carril aparece frente a nosotros un camión con una carga de ladrillos, mamá quiere empeñarse en tener la razón, prosigue.
— Si piensas así no podrás ser feliz y es lo que no quiero, corazón. Estamos en este mundo para ser felices.
— Abuelo dice que cada quien debe cargar su cruz para así alcanzar el Cielo.
— ¡Eso es una maldita estupidez, Isaac!— tengo miedo y ella lo puede sentir.
La Verdad duele. Ella ha sido herida por la Verdad.
Permanecemos en silencio.
— Hijo —delante de nosotros sigue el tosco camión—... perdóname, mi amor. Yo... yo no quiero que tengas esas ideas.
No respondo, su voz se entrecorta, veo sus ojos claros llenarse de lágrimas; voltea a mirarme.
— Amor, no me llames madre como si fuera tu general. Dime mamá, soy tu mamá y te a...
Un ruido se escucha, es un impacto seco que el viento lleva hasta nuestros oídos como mensajero de la muerte.
Mamá y yo volteamos hacia adelante: cinco, seis, siete ladrillos danzan en el aire haciendo graciosos círculos; el camión que los llevaba se ha salido del camino.
El parabrisas estalla en una confusión de cristales cortantes y metal retorciéndose; lo último que logro ver es un fragmento de algo delgado y filoso yendo a toda velocidad hacia mi rostro; siguen un estruendo, un horrísono rechinido, un fuerte temblor.
Oscuridad total.
Despierto. Todo alrededor es confuso.
Mi percepción va mejorando y las formas borrosas van cobran una apariencia coherente. Estoy en la habitación de un hospital, tiene que ser el Rafael Quirón.
Veo al abuelo, está dormido y tiene un rosario en la mano.
Noto una sensación extraña en mi rostro y recuerdo el fragmento que voló hacia mí y resulta claro entonces: he perdido el ojo izquierdo.
No hay tiempo para lamentarse: Dios lo da, Dios lo quita.
Con un gemido primero y con un hilo de voz después llamo al abuelo, al intentarlo de nuevo, él despierta. Su conmoción es total, no lo puede creer: estoy despierto y hablo.
Sin demora han avisado al Dr. Navarro quien al poco entra a verme ¿por qué tiene esa expresión de desconcierto, hasta de miedo al verme?
Se escucha afuera: — ¡Ahí, ahí fue adonde la nube oscura entró!
— Pero si usted estaba dormido...
— Rayos. Yo la vi. ¡Tenía unos grotescos brazos y bocas por doquier! ¡No miento! ¡Quiero otra enfermera! —el doctor se retira de la habitación, tiene que atender a ese hombre.
Abuelo cierra la puerta. Tiene muy malas noticias: mamá no sobrevivió al accidente. Murió.
Pero eso no es todo: papá también ha muerto quizá de una manera más trágica.
— Fue en un incendio en su cabaña a las afueras de la ciudad. Era su refugio, su refugio secreto —me dice el abuelo—. Se teme fue provocado... tal vez por él mismo.
>> Sucedió hace tres días.
Lo ha dicho todo. Yo no sé que sentir.
¿Tengo que llorar? ¿Vestirme de negro?
Ah, la Providencia ¿quién puede desentrañar sus misteriosos designios? Ante ese poder sólo queda doblegarse.
Quedamos en silencio.
— Abuelo —al fin digo—, ¿cuánto tiempo he permanecido inconsciente?
Me mira fijamente. Y lo que contesta justifica la impresión del Dr. Navarro.
— Cuarenta días —responde. No lo creo—. Lo último que tu padre hizo por ti fue regalarte su sangre, perdiste mucha... casi mueres —es inaudito, es imposible. Es un milagro.
>> Pero estamos vivos. Eso es lo que cuenta.
Me sobresalto. No por el tiempo el cual permanecí en coma, ni siquiera por lo de mis padres.
No, es la manera en que el abuelo dijo "estamos vivos".
Aquél jueves 2 de febrero del 2006 era la solemne festividad de la Candelaria en el mundo católico así como el pavoroso Candlemass brujeril.
2.
Es curioso cómo Dios nos llama. Él siempre lo hace pero casi siempre nos gusta hacer oídos sordos. Qué distinto sería si todos rechazáramos la vanidad para seguir el llamado.
El mío inicia cuando cumplo 17 años, es la mañana del martes 6 de agosto del 2013.
La profesora Rita Cuarzo, mi eficiente institutriz, me ha regalado un diario, yo no soy de memorias ocultas o secretos vergonzosos pero lo conservaré. El mayordomo Silas Blue y su esposa Constanza me han dado obsequios sencillos pero entrañables.
Después del sencillo festejo, la jornada se reanuda sin más.
Es en la noche cuando aquello sucede.
Me encuentro lavándome los dientes en el baño, en el espejo observo mi reflejo, ese rostro moreno y marcado por una cicatriz que nace de la mitad de la frente, surca en una perfecta línea diagonal el blanquecino y muerto ojo izquierdo y termina en el pómulo. El otro ojo es negro y vivo, oscuridad inquietante.
Recuerdo a nuestro Señor decir que si el ojo es cuestión de pecado hay que arrancarlo.
De pronto siento un latido en la sien izquierda que presiono para disminuirlo pero comienza a ser cada vez mas fuerte, cada vez mas insoportable, presionar con fuerza ya es inútil.
Oh, cielo santo... una gota de un líquido negro y espeso sale del ojo tuerto, se desliza por mi mejilla y cae en el blanco lavabo.
Estoy asustado. Tengo que ir rápido con el abuelo, está en su dormitorio de pie rezando el rosario.
Le aviso, se detiene en ahora y en la hora de nuestra muerte.
El hospital general Quirón de nuevo, el dolor en la sien ya no está. En el área de urgencias nos ha atendido la doctora Olmo y después de algunas explicaciones, preguntas y respuestas vienen los análisis: radiografía, oftalmología...
La doctora ha pedido al abuelo la pijama manchada por la sustancia negra para analizarla pero él la colocó en agua con jabón dentro de la lavadora, eso es sumamente raro, lo conozco y en su prudencia no haría algo semejante pero, a pesar de todo es verdad, así lo hizo.
Tendré que quedarme para que estén al pendiente de lo que pase. La actitud de abuelo Jacób la siento extraña... ¿qué es?
Es como si... como si actuara todo ésto ¿o es el muedo que me vuelve paranóico?
Esa noche sueño con papá que sale de las llamas infernales. Su piel parece de plástico quemado, sus cuencas están negras y vacías.
Al decirme "hijo" es cuando despierto.
Todo está a oscuras, se oye un insistente zumbido apagado, escucho unos gemidos en una habitación lejana. Es como estar en el Limbo.
3.
La sustancia negra no ha vuelto gotear, los resultados de los análisis no arrojan nada raro.
Pienso en los casos de posesión demoníaca que me ha relatado el abuelo, mamá siempre los repudió. De hecho creo que repudió mi catequización entera.
Silas Blue nos conduce hasta el Chevrolet negro del abuelo.
Es curioso, no le guardo temor a los automóviles ni a los ladrillos rojos ni a los vidrios. Recuerdo aquellas palabras acerca de no temer a quienes matan el cuerpo.
Es una apacible tarde fría. Llegamos al centro de la ciudad, siempre es poco bullicioso pero no ahora.
Los terribles grises, las fuerzas del orden de Novacruz vigilan una manifestación.
"¡QUEREMOS NUESTRA IDENTIDAD!" "¡QUEREMOS NUESTRAS TRADICIONES!"
Son campesinos de La Esperanza. He oído cosas terribles de ellos, acerca de que sus tradiciones y sus fiestas tienen mucho que ver con brujería, con pactos prohibidos con el demonio.
Que la tierra sobre la que andan está maldita, que desde siempre las etnias del país hablan bajo acerca de evitar contacto alguno con La Esperanza y sus gentes así como con las cercanías del Monte Majestad. Un franciscano documentó que los aztecas ya le llamaban a éstas tierras Centro Caído del Mundo.
Es raro, los grises no son tolerantes con las manifestaciones, usaron la fuerza con representantes del Templo del Cristo Esotérico y, hace dos semanas con dos manifestantes de una organización radical feminista pero, extrañamente, en éste caso no.
— ¿Qué tal esos doctores, muchacho? Ni idea de lo qué te pasa —abuelo sonríe. Sonríe con satisfacción.
— Perdone la molestia, don Polvo —dice Silas Blue. Nos encontramos en medio del tráfico frente a Plaza Mercaba, esperando que el semáforo dé luz verde, desde el coche de al lado una jovencita de cabello castaño observa asustada o sorprendida mi ojo tuerto, la ignoro—. ¿Está bien el señorito?
— Estará mejor, Silas. Estará mejor.
Es la decisiva mañana del 10 de agosto, aquella en la que todo cambiaría. Después de un desayuno de sobras refrigeradas el abuelo me invita a ver el rosal del patio.
— Son hermosas, ¿no? —me pregunta.
— Son hermosas —lo creo, es una belleza que nunca se encontrará en seres humanos.
Pasa un momento, desde el inicio he notado la ausencia de la servidumbre ¿qué sucede? Hace frío, nubarrones grises han cubierto el cielo.
— Es curioso como inicia la vida muchacho — me dice el abuelo, sus arrugados y morenos dedos tocan con delicadeza un botón de rosa—. Ojalá que el gran jardinero estuviese siempre con nosotros para cuidarnos y nos lograra hacer puros y sencillos como éstas rosas —su tacto es delicado y dulce.
Sin avisar, me contó todo lo que estás a punto de leer.
El abuelo me dice que el pecado es un concepto que las religiones han utilizado para entender la Oscuridad que, no denotando estrictamente la ausencia de luz, representa una fuerza consciente, poderosa y totalmente maligna o si se gusta, de naturaleza destructora. La Oscuridad sabe cómo y a quién manifestarse, su misión es infectar y corromper lo vivo, expandirse y provocar el fin de toda la creación.
La Oscuridad habita en todos nosotros en menor o en mayor grado, busca diseminarse valiéndose de nuestros impulsos naturales hasta degenerarlos por completo; la Oscuridad es algo de lo cual no se escapa y que, tarde o temprano, nos consumirá hasta la disolución.
Abuelo me dijo que, al inicio, aquella potencia corruptora anidaba en la nada primordial pero que despertó cuando Dios hizo la Luz. La Oscuridad se encontró con que la nada ya no existía más y supo que tenía todo un universo el cual invadir.
La Oscuridad sedujo a algunos ángeles del Cielo creando un terrible enfrentamiento pero fue derrotada. Pero pasados los siete días de la creación la Oscuridad junto con los ángeles rebeldes creaton una retorcida versión paralela conocida como la Esfera Oscura. Dicho suceso primordial es retratado en las cosmogonías de diferentes pueblos, su manifestación más conocida se encuentra en el Génesis bíblico: la Caída.
De ese modo la Oscuridad había descubierto algo vital. Que no sólo podía influir en los seres humanos, sino que su propio mundo, la Esfera Oscura podía expandirse hacia éste.
Aunque los primeros hombres ya poblaran la Tierra ésta ya se encontraba habitada por los ángeles expulsados del Cielo. Su estancia en éste mundo les otorgó formas monstruosas aunque podían adquirir distintas apariencias dependiendo del lugar en el que se encontraran y, se dice, de la posición de las estrellas.
Aquellos moradores otros educaron a los primeros hombres en técnicas y ciencias naciendo así las leyendas de "los que cayeron del cielo a la tierra" o dioses instructores.
Mas todo aquél conocimiento tuvo un precio altísimo a pagar: los hombres adorarían a éstos demonios como dioses y les rendirían sacrificios de sangre. Y así los demonios a su vez brindaron cosechas abundantes, héroes prodigiosos, ciencia milagrosa, cultos y castas de sacerdotes y linajes reales y, sobre todo, pavorosos saberes arcanos que otorgarían medios para contactarlos y controlar las innombrables potencias espirituales.
Tal vez ésto explica el porqué la semejanza entre diferentes culturas de la antigüedad en cuanto a sus teogonías o, incluso, en la aparición de ciertos artefactos adelantados para su era.
Abuelo insistió en que aquellos moradores otros han tenido varios nombres pero que papá, la profesora Cuarzo, otros muchos más y él mismo los conocen como los Horrores Exteriores.
Los Exteriores aún hoy dirigen el mundo desde las sombras y nosotros seguimos siendo su fuente de alimento. Nuestro miedo, odio, carne y sangre dada a ellos en sacrificio desde el inicio los ha nutrido y los sigue manteniendo aún hoy de maneras aún más retorcidas en ésta era tecnológica.
Una guerra civil por poseer más de el poder mágico hizo colapsar una gloriosa ciudadela flotante llamada Alth'wandi, misma a la que algunas crónicas del mundo conocen como la Atlántida. Algunos humanos ya no dudan lo que no pasaba de sospecha: los Horrores Exteriores no son nada bueno y se les debe de poner alto a toda costa. Utilizando técnicas heredadas de Alth'wandi se prepara un proceso que produciría un tipo especial de seres humanos que protegerán a sus demás congéneres de los Exteriores, y no sólo eso, tendrían una conexión especial con lo divino.
Aquellos seres se dividirían en dos tipos: los místicos que tomarán el papel de orientadores espirituales y los centinelas que lucharán contra los monstruos.
Éste proceso es llamado La Senda Áurea y refiere a un potencial oculto en la sangre humana que permite a quien lo posea convertirse en una fuerza viviente contra la Oscuridad.
Aquellos que posean la Senda serán llamados Guardianes, custodiarán la gran marcha de la humanidad. Ésta eterna cruzada debe ser oculta dado el impacto destructor que tendría en el mundo el conocimiento de los Exteriores y de la Esfera Oscura.
Mientras las eras transcurren así como imperios y héroes nacen y mueren, en secreto, un puñado de Guardianes trabaja en un proyecto, una institución que tendría los medios y el poder para seguir la cacería de demonios o incluso finalizarla, éste proyecto fue bautizado como Proyecto PAX y nació durante las conquistas de Alejandro Magno. Siglos más tarde el Proyecto PAX se alió con la facción cristiana dirigida por San Pablo dando nacimiento a la Iglesia.
Años después de que el cristianismo se transforme en la religión del imperio romano los Guardianes experimentaron una terrible etapa en la que comenzaron a perder gran parte de sus poderes, como si Dios mismo los estuviese abandonado o como si ellos se empezaran a alejar de su luz; hoy día hay gente que cuenta con algún débil remanente de dichas facultades.
Muchas de las figuras más notables de la Iglesia sabían de los Exteriores, de la Esfera Oscura y de la Magia; ejemplos son el obispo español Osio que compuso el Credo niceno o el ilustre San Agustín. De éste conocimiento se explica el porqué los templos cristianos se erigen sobre los de los paganos o cómo las antiguas festividades son adaptadas al canon de la religión naciente; en Magia ésto se llama Asimilación y sirve para que un sistema de creencias nuevo cobre fuerzas de uno viejo.
El Proyecto PAX sueña con la conversión de reductos paganos y gnósticos que todavía tenían tratos con los Exteriores, pero debido a los intereses mundanos de ambos bandos aquellos rivales se multiplicaron o incluso ganaron mas poder. Todo fracasa rotundamente: la evangelización se convierte en una Inquisición que funciona como arma política, las órdenes militares como la de los Templarios se corrompen por los Exteriores durante las Cruzadas. El sueño del Proyecto PAX se había convertido en una pesadilla.
Se tuvo que esperar hasta el siglo XIX cuando el ministro anglicano William Orson Whineman abriera en Londres la Sociedad San Jorge de los Sabuesos Nocturnos; en ese tiempo había asociaciones que investigaban los fenómenos paranormales como el Ghost Club de Cambridge pero la sociedad de Whineman se dedicaría a combatir todo lo relacionado a lo paranormal. A través de su hermana quien vivía en París supo con horror acerca de el espiritismo, los fenómenos psíquicos y las blasfemias del sacerdote apóstata Joseph-Antoine Boullan.
El club de Whineman no duraría ni un año pero hay quien asegura que eso arengó a antiguos Guardianes escondidos o en decadencia a continuar de modo distinto su misión pues aunque ya no eran lo de antaño se constituyeron en pequeños grupos aislados que responderían únicamente a ellos mismos y a la cacería de monstruos; y éstos fueron y son hoy día los Sabuesos Nocturnos o Night Hounds, de los cuáles papá fue uno al igual que lo era mi institutriz la profesora Rita Cuarzo y abuelo mismo.
El grupo que formaban se llamaba el Club Hesketh pero hacía tiempo que habían dejado la cacería.
Todo ésto que me fue revelado era el conocimiento del mundo oculto que provoca asombro y miedo y que exhibía una faceta completamente desconocida de quienes han formado parte de mi vida.
Lo que acabaste de leer fue más extenso aún. Todo me lo contó abuelo Jacób.
Empieza a anochecer y tenemos que ir a su estudio en la segunda planta. Dice que me tiene que decir algo más, algo más importante, algo que cambiará mi vida para siempre.
4.
— Tal vez lo que te diré es lo más perturbador de toda ésta historia, Isaac. Tu padre y yo siempre vimos en ti un niño diferente al resto, que podía llegar a ser algo más, que tu legado no sería mundano.
>> Tienes que saber que mucho de lo que está escrito en las novelas de tu padre, hijo, es real. La mayoría de sus tramas se inspiran en casos del Club Hesketh o en sus estudios de lo paranormal y la Magia... y de la historia oculta del mundo.
>> Él poseía una intuición especial, un sentido del entendimiento de todas éstas cosas con el cuál logró desentrañar algunos saberes prohibidos.
>> En algunos de los casos del Club y en las investigaciones de tu padre no era raro tropezar con un elusivo concepto llamado La Ascensión. Éste concepto era sumamente preciado por magos y refiere a una etapa de evolución espiritual en la cuál el adepto se convertía en un ser supremo.
>> Una entidad superior.
>> Aún como un Sabueso Nocturno tu padre quedó tan obsesionado por La Ascensión que desarrolló sus propias teorías hasta que, fortuitamente descubrió un procedimiento para llegar a una fase evolutiva similar a la Ascensión con la diferencia de que el adepto se convertiría en algo diferente... Un fragmento vivo de Oscuridad.
>> Llegó el accidente que mató a tu madre y que te mantuvo 40 días en coma. En su desesperación tu padre recurrió a la Magia para salvarte.
Algo rosa mi mejilla izquierda, algo baja por ella. Una lágrima oscura, es densa, es blasfema, es poderosa. Ha salido de mi ojo tuerto pero aunque el horror me invade quiero seguir escuchando lo que se me dice.
— ¿Recuerdas que dije que su cabaña era su refugio secreto? Lo era en efecto: era el cuartel del Club Hesketh que después se convirtió en su personal laboratorio de investigación de lo sobrenatural.
>> Él la utilizó para incendiarla llevando a cabo así un sacrificio ritual para poder transformarse en dicho fragmento de Oscuridad pues temió que la voluntad de Dios fuera opuesta a nuestros intereses. No lo justifico, pero es evidente que su teoría funcionó a la perfección.
El líquido oscuro deja de ser un mísero hilo, ahora escurre con abundante espesura.
El abuelo continúa: — Tanto tu padre como yo siempre vimos en ti un futuro Sabueso Nocturno, alguien que continuaría el legado familiar. Lamentablemente vimos que carecías de señal alguna que lo confirmase. Una lástima.
>> Pero ahora posees un poder más allá del soñado por Guardianes, por Sabuesos Nocturnos. Tal vez sientan repulsión pero hay que recordar que hay veces se necesitan de medidas extremas en tiempos difíciles. El fin justifica los medios y, después de todo, será el Todopoderoso quien nos juzgará al final de los días.
Algo en mi corazón, en mi espíritu quiere salir con el poder de un monstruo apocalíptico.
— ¿Recuerdas que tu padre te dio su sangre? El Dr. Navarro nos dijo que no garantizaría tu supervivencia pero no contaba con el recurso de la Magia. La sangre de papá en tus venas sirvió para que él te localizara al convertirse en otro ser... así como para entrar en ti.
Un eco del pasado llega a mi mente: ¡Ahí, ahí fue adonde la nube oscura entró!
— Logró localizarte en el hospital mientras la cabaña seguía ardiendo... todo éste proceso ocurrió en el día 37 de tu estancia. Ambos resucitaron al tercer día.
>> Él ahora vive en ti como un ser superior morando en una singular casa: tu ojo tuerto. Las lágrimas oscuras son una pequeña manifestación suya.
>> Y todo ésto lo sé porque al final fue nuestro plan, hijo. De tu padre y mío, algo que la Providencia permitió su indiscutible éxito. Al final hemos triunfado sobre el destino; hemos llenado nuestras lámparas con aceite en la noche.
>> Ahora nace una nueva era para los Sabuesos Nocturnos.
De pronto, algo surge de mi ojo tuerto: un horroroso vómito de sustancia negra, ha brotado como una flor maldita y no deja de fluir; el dolor es inmenso más no emito grito alguno, la luz del estudio empieza a parpadear hasta que quedamos sumidos en las tinieblas. Una perfecta oscuridad que al mismo tiempo siento como luz se apodera de mi mente, cuerpo y espíritu que dejan de ser algo mundano.
Es un éxtasis, un renacimiento, una disolución en La Nada. Veo la transfiguración de nuestro Señor y su coronación con espinas, veo los estigmas de San Francisco de Asís y la Extracción de la piedra de la locura de El Bosco y el temible tercer ojo del hinduismo.
Mi conciencia sale disparada pasando por vacíos infinitos y penetra en la Esfera Oscura. No es un lugar pero tampoco una abstracción. Es abismal, decadente, de piel, acero oxidado, huesos y sangre; es finita e infinita, primordial.
He avistado el Palacio Cadavérico del temible Rey Olvido, y en sus cielos de salvajes nubes retorciéndose he visto asomarse la faz de la inmensa morada flotante del inhumano Artífice.
Veo una desgastada plaza cubierta por miles de cuerpos que gritan encadenados unos, empalados otros por los tormentos que les propinan criaturas monstruosas.
Veo a papá saliendo de un espeso mar de légamo espiritual, me veo a mí mismo en un éxtasis oscuro, te veo en algún punto del universo leyendo éstas líneas.
Es un milagro, es una maldición. Se han roto los siete sellos, el mundo colapsa.
¿Te parece bien que le tengas que temer incluso a algo tan hermoso como lo es tu cuerpo?
Ya no soy humano.
¡Tenía unos grotescos brazos y bocas por doquier!
Estoy dejando de serlo, no lo soy más.
El adepto se convertiría en algo diferente... Un fragmento vivo de Oscuridad.
Muero en un estallido de eras que ya no serán.
Sí, es la muerte. Mi muerte.
De todos modos siempre detesté éste mundo.

Epílogo​

Yo y el Padre somos Uno.
- Juan 10:30
Es el 6 de agosto del 2014. Tengo 18 años.
A diferencia del resto del país, en la fría Novacruz eres considerado mayor de edad hasta los 20; yo digo que la experiencia es la que te confiere la madurez y no la edad. De cualquier modo siento que he madurado.
Siempre, desde el inicio supe que no era como los demás, que no soy como tú. Pero ¿sabes qué? No me aflijo por eso.
Es curioso la manera en que Dios nos llama. Unos tardan en responder, otros mueren sin haberlo escuchado pero cuando su voz nos alcanza nada vuelve a ser igual.
Una noche el abuelo me contó acerca de cosas maravillosas y terribles acerca del mundo en el que vives, en el que vivimos todos y me contó algo perturbador acerca de papá y de mí mismo.
Desde que supe la verdad he aprendido tanto del mundo oculto. Un conocimiento que inevitablemente destruiría la conciencia de otros. Ahora, gracias a papá, dichos saberes complementan la mía.
Esa noche tuve un éxtasis que me permitió ver dentro de la Oscuridad misma. La luz del estudio del abuelo regresó y lo que vio apagó todos los horrores en el mundo.
Permanezco en el aire, levantado del suelo por una negra sustancia de pesadilla que mana a raudales de mi ojo tuerto y que cubre la estancia entera: escurre, brota, se mueve, está viva. El abuelo sólo puede contemplar que el infierno mismo se ha abierto ante sus ojos.
Decenas, cientos, miles de garras y bocas con afilados dientes formados de la espesa oscuridad surgen con rabia de la dantesca sustancia que empieza a salir por las ventanas y envolverlo todo con frenética vivacidad; aquella colosal masa deforme de dedos, uñas largas y dientes afilados se estira más allá de los límites de la casa, y del cielo nublado después hasta recortar la luna llena con su abominable sombra.
Mi ojo tuerto ya no es tal sino una morada donde habita mi padre; está más que vivo. Ha saludado al mundo creando el horror de los horrores ésta noche.
A la mañana siguiente ni Silas Blue ni su esposa se explicaron el terrible desorden en la casa; los invadió una desagradable sorpresa al encontrar al abuelo Jacób de pie, lívido, en su estudio y al encontrarme dormido en el tejado.
Las averiguaciones policiales concluyeron en poco tiempo, después de todo la ciudad tiene problemas más serios. Quizás pensaron que todo fue un asunto de excéntricos.
Abuelo tuvo que ser llevado al sanatorio Dionisio Erinia donde permanece actualmente; me han recomendado que no lo visite. De la profesora Rita Cuarzo no tengo pista alguna, necesito saber todo acerca del Club Hesketh. ¿Se ha marchado porque sabe lo que está ocurriendo, lo que está por venir?
¿Sabes? Sería injusto no recordar a mamá ya que, en parte, ella hizo todo esto posible.
Gracias, mamá.
Te dije acerca del llamado de Dios. El mío es claro: ser un Sabueso Nocturno. Ahora empieza la cacería de monstruos, la eterna cruzada. Aún no pienso iniciar otro Club Hesketh pero nunca se sabe cuando se habrá que trabajar en equipo.
Es un poco cómico, ¿no? Un medio monstruo combatiendo monstruos completos, Dios tiene un curioso sentido del humor.
No te voy a mentir, a veces me acuerdo de aquellas palabras si tu ojo es ocasión de pecado... y la duda surge.
Pero recuerdo que la amenaza no sólo existe, es inconmensurable y pienso acerca de la lectura de los talentos: éste es uno que no planeo enterrar hasta la Segunda Venida. Ya decidirá Dios el destino de nuestras almas.
Así, en plural.
Hablando de eso, últimamente he tenido una convicción, o tal vez es sólo una insistente idea pero créeme cuando te digo que aunque vivimos en un mundo maligno tengo la certeza de que el futuro es algo glorioso.
Deseo contemplar el cielo y la tierra abrirse en un aleluya que sacudirá el cosmos entero. Alzaré los brazos y, de igual modo, se alzarán de mi ojo izquierdo una multitud de garras retorcidas con incontables fauces, señalaremos al luminoso infinito y por primera vez en la fría Novacruz miles de gargantas clamarán el prohibido nombre de Dios.
Estallará entonces el último fragmento de esperanza de la humanidad. La gran marcha habrá terminado.
Papá y yo ya no hemos conseguido hacer algo tan grande como lo de esa noche del 10 de agosto pero ¿quién puede ignorar el poder que podremos alcanzar en el futuro? ¿Seremos nosotros quienes desatemos el Juicio Final?
Espero podamos verte en ese gran día. De cualquier manera para Dios no hay imposibles.