Esta teoría es sorprendente no tanto por lo que plantea sino por el contexto en que apareció (no sabemos si por primera vez) y por su supuesto enunciador. Concretamente, dentro de las prácticas católicas del exorcismo, se sabe que a veces los demonios hablan por boca de los condenados, pero éstos son mentirosos y no hay que fíarse de sus palabras; sin embargo, en el exorcismo que Antonio Fortea (sacerdote español) hizo a la joven “Marta” (pseudónimo) entre el 2002 y el 2012, el Arcángel Miguel (siempre llamado en los exorcismos) habló algunas veces por boca de la posesa, siendo su voz claramente distinta a la que pudiera emitir cualquiera de los demonios que atormentaron a Marta y hablaron a través de ella. En una de esas ocasiones, el santo arcángel enunció una teoría según la cual, además de ángeles caídos, los demonios pueden tener su origen en personas malvadas (del linaje de Adán, y no como en la teoría anterior que eran pre-adámicos) que se identificaron con Satanás y/o sus proyectos y que, tras morir, fueron transformadas en demonios. Estas fueron las palabras del Arcángel Miguel: ‹‹Dios tiene compasión de todos. Con que en un momento de sus vidas piensen en Dios, ya tienen posibilidad de salvarse. El demonio quiere corromperlos, hundirlos completamente y cuando ya sean suyos que no puedan salir, entonces los mata, el demonio los mata, acaba con ellos, para que sean completamente suyos. Pero Dios les da muchas oportunidades para que se salven, muchas oportunidades, un leve resquicio donde entre un poco de luz y se puedan salvar. Por eso viven tiempo. Cuando ya después de muchas, pero que muchas oportunidades, han decidido completamente con voluntad ser de Satán, entonces se mueren y se convierten en demonios.››