Las personas estamos cegadas por el amor, y no nos percatamos en quien confiamos en realidad.
Yo siempre he estudiado en mi casa, mis padres no me dejaban ir al colegio, y tengo dos hermanos:
El mayor podía ver el aura de las personas y el segundo no tenía ni un don, yo nací con el don de poder ver fantasmas y todo tipo de entidades. Tengo una marca de nacimiento en mi muñeca; mi madre me habló sobre ello, ella me dijo que era un tipo de protección, por si me encuentro con algún alma "mala", por así decirlo.
Yo tuve una mejor amiga. Su nombre era Adriana; ella aparentaba ser buena, cariñosa y tranquila, pero no lo era en realidad. Ahora me doy cuenta que las personas más tranquilas son las peores, son lobos disfrazados de oveja; eso fue lo que aprendí.
Yo estaba emocionada porque era mi primer día de clase, me senté con una chica de cabello negro, ojos marrones, piel clara y ojos pequeños.
Empezamos a hablar, nos caímos bien y le empecé a tener afecto, y así...
Nunca pensé que se convertiría en mi mejor amiga, la quería como una hermana.
Pero cuando le decía para ir a su casa algún día ella me ponía cualquier excusa para que no vaya, decía que sus padres no le permitían llevar amigos a su casa y otras cosas.
El día 11/10/14 mi hermano me vino a visitar ( él vivía en otra ciudad y estudiaba allí ), dijo que se quedaría dos semanas en casa, porque después tendría que seguir con sus estudios. Y yo ese mismo día invité a Adriana a mi casa para ver películas un rato y también presentarle a mi hermano mayor.
Lo que me pareció muy raro y me desconcertó fue cuando tocaron el timbre de mi casa y mi hermano, que estaba sentado en el mueble, se paró rápidamente y me dijo que vaya a mi cuarto, pude ver que él abrió la puerta y afuera una silueta grande, no entendía lo que pasaba y subí a mi cuarto.
Después de media hora llamó Adriana y me dijo que no pudo venir a mi casa, y yo le dije que no había problema con eso. Me llamaron para cenar, cenamos tranquilamente y luego cada uno se fue a dormir; fui a mi cuarto y luego entró mi mamá, mi madre me dijo que dejara de hablar con Adriana, me prohibió verme con ella, yo le pregunté por qué y me dijo que sólo le obedeciera y no preguntara.
El día siguiente evité hablarle a Adriana en el colegio, ella tampoco intentó hablarme. Luego, en la hora de salida, ella me dijo que sabía todo y que no había problema, y me preguntó si podía llevarme a un lugar, dijo que quería mostrarme algo y luego me dejaría en paz. Yo acepté ir con ella, un gran error...
El lugar a donde fuimos quedaba a la vuelta del colegio, era una pequeña casa vieja de madera; yo le pregunté si esa era su casa y me dijo que sí.
De repente aparecieron tres tipos altos vestidos de negro. Yo estaba muy confundida... luego sentí que me sujetaron por atrás, volteé mi cabeza y pude ver a Adriana... pude ver cómo su cara cambiaba, ya no tenía los ojos marrones, ahora los tenía rojos, de un rojo muy fuerte. Al mirarla sentí escalofríos; de repente sonrió, tenía una sonrisa macabra.
Me desnudaron, me hicieron muchos cortes y me ataron en un palo de madera, en medio de un símbolo satánico, fue terrible... Después los vi hablando en un lenguaje desconocido, y yo en lágrimas rezaba, esperaba en el momento que se abra la puerta y venga alguien a rescatarme.
Cuando de repente se abrió la puerta... ¡Era mi hermano y mi madre! Gracias a Dios, mis plegarias fueron escuchadas.
Mi hermano, lo pude ver...mi madre, al igual que mi hermano, llevaba un crucifijo y una biblia, lo que me pareció muy raro. Luego empezaron a rezar, los hombres vestidos de negro empezaron a gritar y cayeron al piso. La única que quedó en pie fue ella, Alejandra, no... mejor dicho "esa cosa".
Ese monstruo empezó a hablar, reveló su verdadera identidad; dijo que era un demonio y que su nombre era Serafín, también dijo que la próxima vez lo lograría, lograría su objetivo; prometió que aparecería en mis sueños y que me torturaría y nunca más dormiría tranquila... pero de repente mi madre lo atacó, desgraciadamente no logró hacerle ni un rasguño y asesinó a mi madre con frialdad... no pude aguantar el dolor y rompí en llanto, esa cosa desapareció, y el cuerpo de mi madre también. Mi hermano me desató y me llevó a casa. Después de ponerme algo de ropa me dijo que había algo de lo que quería hablarme.
Yo escuchaba atentamente... él me contó que desde ese día muchos demonios vendrán a por mí, y la razón que yo soy la reencarnación de un ángel, Azraem, era el ángel más poderoso.
Se dice que Azraem estuvo en la primera pelea de ángeles y demonios, mi hermano me contó cuán crueles son los ángeles, muchos de ellos asesinaban a sangre fría, pero Azraem era diferente, Azraem defendió a muchos pequeños demonios y por lo tanto en el cielo y en el infierno lo respetaban; siempre los demonios estuvieron buscando su alma para realizar un ritual, el demonio que consiga hacer un ritual con el alma de Azraem obtendría mucho poder y gobernaría en el infierno y así podrían atacarnos, atacar al mundo de los humanos...
Cuando estaba pequeña mi padre murió protegiéndome... eso fue cuando yo recién nací, bueno... eso es lo poco que me contó mi hermano, porque él también estaba pequeño.
Lo peor fue cuando llegó la hora de dormir, yo me moría de sueño y mi hermano se fue a dormir.
Yo fui a mi cuarto pero tenía miedo a dormir, a cada rato recordaba lo que dijo ese demonio; para mi mala suerte, el sueño me venció... y tal como dijo, soñé con él, me transportó a su mundo, un lugar espantoso, con olor a muerte.
Yo caminaba entre tantos cadáveres y lo encontré, a ese demonio, al verlo me dio escalofríos... su cara era horrible.
Me dijo que todo esto acabaría si aceptaba un trato, la única condición era firmarlo sin leer o por lo contrario me mataría en ese instante. Yo acepté, firmé el contrato, gravísimo error... después de haber firmado, el demonio me contó de qué trataba el contrato; me dijo que al firmar el contrato me quedaría encerrada en su mundo por toda la eternidad, y sellarían mi poder por siempre... desde ese entonces sigo encerrada en su mundo, he muerto más de mil veces, todos los demonios me torturan... y pasaron mil años, ahora yo torturaré a todo ser que vaya al infierno después de morir, pero lo bueno es que no cumplió con su objetivo.
¿Pero saben? ya me acostumbré.
Los espero en el infierno, los torturaré hasta que ya no pueda más.
Yo siempre he estudiado en mi casa, mis padres no me dejaban ir al colegio, y tengo dos hermanos:
El mayor podía ver el aura de las personas y el segundo no tenía ni un don, yo nací con el don de poder ver fantasmas y todo tipo de entidades. Tengo una marca de nacimiento en mi muñeca; mi madre me habló sobre ello, ella me dijo que era un tipo de protección, por si me encuentro con algún alma "mala", por así decirlo.
Yo tuve una mejor amiga. Su nombre era Adriana; ella aparentaba ser buena, cariñosa y tranquila, pero no lo era en realidad. Ahora me doy cuenta que las personas más tranquilas son las peores, son lobos disfrazados de oveja; eso fue lo que aprendí.
Yo estaba emocionada porque era mi primer día de clase, me senté con una chica de cabello negro, ojos marrones, piel clara y ojos pequeños.
Empezamos a hablar, nos caímos bien y le empecé a tener afecto, y así...
Nunca pensé que se convertiría en mi mejor amiga, la quería como una hermana.
Pero cuando le decía para ir a su casa algún día ella me ponía cualquier excusa para que no vaya, decía que sus padres no le permitían llevar amigos a su casa y otras cosas.
El día 11/10/14 mi hermano me vino a visitar ( él vivía en otra ciudad y estudiaba allí ), dijo que se quedaría dos semanas en casa, porque después tendría que seguir con sus estudios. Y yo ese mismo día invité a Adriana a mi casa para ver películas un rato y también presentarle a mi hermano mayor.
Lo que me pareció muy raro y me desconcertó fue cuando tocaron el timbre de mi casa y mi hermano, que estaba sentado en el mueble, se paró rápidamente y me dijo que vaya a mi cuarto, pude ver que él abrió la puerta y afuera una silueta grande, no entendía lo que pasaba y subí a mi cuarto.
Después de media hora llamó Adriana y me dijo que no pudo venir a mi casa, y yo le dije que no había problema con eso. Me llamaron para cenar, cenamos tranquilamente y luego cada uno se fue a dormir; fui a mi cuarto y luego entró mi mamá, mi madre me dijo que dejara de hablar con Adriana, me prohibió verme con ella, yo le pregunté por qué y me dijo que sólo le obedeciera y no preguntara.
El día siguiente evité hablarle a Adriana en el colegio, ella tampoco intentó hablarme. Luego, en la hora de salida, ella me dijo que sabía todo y que no había problema, y me preguntó si podía llevarme a un lugar, dijo que quería mostrarme algo y luego me dejaría en paz. Yo acepté ir con ella, un gran error...
El lugar a donde fuimos quedaba a la vuelta del colegio, era una pequeña casa vieja de madera; yo le pregunté si esa era su casa y me dijo que sí.
De repente aparecieron tres tipos altos vestidos de negro. Yo estaba muy confundida... luego sentí que me sujetaron por atrás, volteé mi cabeza y pude ver a Adriana... pude ver cómo su cara cambiaba, ya no tenía los ojos marrones, ahora los tenía rojos, de un rojo muy fuerte. Al mirarla sentí escalofríos; de repente sonrió, tenía una sonrisa macabra.
Me desnudaron, me hicieron muchos cortes y me ataron en un palo de madera, en medio de un símbolo satánico, fue terrible... Después los vi hablando en un lenguaje desconocido, y yo en lágrimas rezaba, esperaba en el momento que se abra la puerta y venga alguien a rescatarme.
Cuando de repente se abrió la puerta... ¡Era mi hermano y mi madre! Gracias a Dios, mis plegarias fueron escuchadas.
Mi hermano, lo pude ver...mi madre, al igual que mi hermano, llevaba un crucifijo y una biblia, lo que me pareció muy raro. Luego empezaron a rezar, los hombres vestidos de negro empezaron a gritar y cayeron al piso. La única que quedó en pie fue ella, Alejandra, no... mejor dicho "esa cosa".
Ese monstruo empezó a hablar, reveló su verdadera identidad; dijo que era un demonio y que su nombre era Serafín, también dijo que la próxima vez lo lograría, lograría su objetivo; prometió que aparecería en mis sueños y que me torturaría y nunca más dormiría tranquila... pero de repente mi madre lo atacó, desgraciadamente no logró hacerle ni un rasguño y asesinó a mi madre con frialdad... no pude aguantar el dolor y rompí en llanto, esa cosa desapareció, y el cuerpo de mi madre también. Mi hermano me desató y me llevó a casa. Después de ponerme algo de ropa me dijo que había algo de lo que quería hablarme.
Yo escuchaba atentamente... él me contó que desde ese día muchos demonios vendrán a por mí, y la razón que yo soy la reencarnación de un ángel, Azraem, era el ángel más poderoso.
Se dice que Azraem estuvo en la primera pelea de ángeles y demonios, mi hermano me contó cuán crueles son los ángeles, muchos de ellos asesinaban a sangre fría, pero Azraem era diferente, Azraem defendió a muchos pequeños demonios y por lo tanto en el cielo y en el infierno lo respetaban; siempre los demonios estuvieron buscando su alma para realizar un ritual, el demonio que consiga hacer un ritual con el alma de Azraem obtendría mucho poder y gobernaría en el infierno y así podrían atacarnos, atacar al mundo de los humanos...
Cuando estaba pequeña mi padre murió protegiéndome... eso fue cuando yo recién nací, bueno... eso es lo poco que me contó mi hermano, porque él también estaba pequeño.
Lo peor fue cuando llegó la hora de dormir, yo me moría de sueño y mi hermano se fue a dormir.
Yo fui a mi cuarto pero tenía miedo a dormir, a cada rato recordaba lo que dijo ese demonio; para mi mala suerte, el sueño me venció... y tal como dijo, soñé con él, me transportó a su mundo, un lugar espantoso, con olor a muerte.
Yo caminaba entre tantos cadáveres y lo encontré, a ese demonio, al verlo me dio escalofríos... su cara era horrible.
Me dijo que todo esto acabaría si aceptaba un trato, la única condición era firmarlo sin leer o por lo contrario me mataría en ese instante. Yo acepté, firmé el contrato, gravísimo error... después de haber firmado, el demonio me contó de qué trataba el contrato; me dijo que al firmar el contrato me quedaría encerrada en su mundo por toda la eternidad, y sellarían mi poder por siempre... desde ese entonces sigo encerrada en su mundo, he muerto más de mil veces, todos los demonios me torturan... y pasaron mil años, ahora yo torturaré a todo ser que vaya al infierno después de morir, pero lo bueno es que no cumplió con su objetivo.
¿Pero saben? ya me acostumbré.
Los espero en el infierno, los torturaré hasta que ya no pueda más.